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A la venta, un pedazo de la historia de México

A la venta, un pedazo de la historia de México

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Ciudad de México— El Teatro de la República está en venta. El recinto, joya histórica de Querétaro y sitio donde se promulgó la Constitución de 1917 –aún vigente en México– cuesta 100 millones de pesos.

El inmueble no es propiedad del Gobierno federal ni del Estado, a pesar de que actualmente lo administra. El dueño es la Asociación Josefa Vergara, organización que por el momento no dio detalles del hecho, debido a que se encuentra de vacaciones. A esta institución el Gobierno local le renta el espacio.

Así lo explicó el gobernador del estado, Francisco Domínguez Servién, en una entrevista con Joaquín López-Dóriga emitida por Radio Fórmula.

El funcionario comentó que ya le propuso al presidente de la República Mexicana, Enrique Peña Nieto, que sea el Gobierno federal quien compre en el inmueble, sin embargo, aún no se tiene respuesta.

“Le gusta la idea de poder comprarlo, por lo que implica para México y las futuras generaciones”, expresó.

Testigo de la nación

En el centro de la ciudad de Querétaro se sitúa el Teatro de la República, cuya construcción inició en 1845 bajo el mandato del entonces gobernador Héctor Flores.

El proyecto arquitectónico corrió a cargo del ingeniero inglés Thomas Surplice y la inauguración del inmueble –entonces llamado Teatro Iturbide– ocurrió el 2 de mayo de 1852.

Su edificación se inició con el apoyo de fondos aportados por particulares. Por problemas financieros, recibió una aportación de la Junta Vergara, institución de ayuda sin fines de lucro más antigua de la entidad queretana. Al parecer, fue a partir de entonces que pasó a ser propiedad de la actual Fundación Josefa Vergara.

El recinto, de estilo neoclásico y proporción austera, es un longevo testigo de la historia nacional.

En su interior se promulgó la Constitución de 1917, que aún rige la vida política de México, mientras que Venustiano Carranza dio ahí su discurso tras promulgar dicha Carta Magna. También fue uno de los espacios donde se escuchó por primera vez el Himno Nacional.

En 1929, presenció la fundación del Partido Nacional Revolucionario, antecesor del Partido Revolucionario Institucional. En 1933 atestiguó la formulación del Plan Sexenal que permitió a Lázaro Cárdenas ocupar el cargo de presidente por seis años.

Su interior, que muestra una decoración sobria de estilo afrancesado –muy usual de los teatros de mediados del siglo XIX–, también atestiguó, en 1867, el juicio hecho al entonces emperador Maximiliano de Habsburgo, condenado a la pena capital junto a sus generales, Tomás Mejía y Miguel Miramón.

En 1921, por mandato de José María Truchuelo, gobernador en turno, se amplió el escenario, se crearon camerinos y sustituyeron puertas (de madera a hierro). Fue entonces que su nombre cambió de Teatro Iturbide a Teatro de la República.

A finales de los años 90 se convirtió en sede de la Orquesta Filarmónica de Querétaro. Es un sitio obligado para los turistas que visitan la entidad.

Por El Diario

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