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La tala clandestina y la ganadería están matando a la selva lacandona

La tala clandestina y la ganadería están matando a la selva lacandona

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Quadratín Chiapas

Tapachula.- La Selva Lacandona, considerada uno de los pulmones más importante de México, ha perdido unas 200 mil hectáreas debido a la ganadería, tala de árboles de manera clandestina y a la  falta de control de las instituciones como la Conanp y Semarnat, que no han planteado el manejo forestal de la ganadería rotativa de los pastizales para que se evite la tala de árboles.

Víctor Chambor, integrante del campamento en esa región,  aseguró “cada vez la Selva se va destruyéndose, cada vez más por la presunta corrupción de las autoridades, que no han detenido los tráficos ilegales, la corrupción de las instituciones se prestan por un dinero que no vale nada, pero nuestra selva, vale más para las futuras generaciones”.

Destacó que el tráfico de madera que más buscan es la caoba, cedro y la mariposa que la disecan para  exportarla a Estados Unidos y Europa para su venta. “La reserva es como una isla, donde nosotros estamos es la parte más conservada, del otro lado es  donde no estamos es donde están saqueando”.

Precisó que a pesar de que hay instituciones como la Conanp y la Semarnat, pero no actúan, presunta se prestan a la corrupción, están ahí, pero no hacen nada esa es la triste realidad.

Manifestó que es necesario que haya una fuerte vigilancia de autoridades federales, pero que no se presten a la corrupción, para poder detener a quien sea, ya sea algún funcionario público o cualquier persona que debe ser castigado.

Puntualizó que la Selva Lacandona, ha perdido gran parte de su territorio porque hay mucho tráfico ilegal de flora y fauna, pero sobre todo por la ganadería excesiva de otras comunidades.

Lamentó  que la Selva Lacandona, se vaya acabando, a pesar de que es el segundo pulmón y regulador climático, por lo que los Lacandones han estado luchando para preservarla por la importancia que tiene a nivel mundial, “porque los abuelos sabían de la importancia de los árboles y nos dijeron que no hay que cortarlos, porque gracias a ellos se respira el aire puro y se secan los ríos”.

Recordó que la Selva Lacandona fue decretada en 1971 a favor de 66 familias Lacandonas, quienes  tenía 614 mil 321 hectáreas, pero ahora se ha reducido a unas 400 mil quinientas.

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