Gerardo Villanueva Toledo/Trascender Online Opinión
Mucho se ha hablado sobre los nuevos precios de la gasolina, su origen y trasfondo político económico; algunos advierten que se trata de un tema exclusivo de la Reforma Energética, otros aseguran que se trata de un tema fiscal, y otros más que obedece al debilitamiento de la soberanía nacional. Sin embargo, ¿cuantos ciudadanos conocemos fehacientemente las entrañas de la Reforma en comento o los efectos fiscales del nuevo modelo de comercialización de hidrocarburos?.
Para entender a fondo el impacto que tendrá la transición del modelo de comercialización de hidrocarburos en materia de recaudación de impuestos, usted debe estar al tanto de los criterios para la composición de los precios, sus etapas de liberación, así cómo los impuestos, licencias y derechos que obtiene el Estado.
Durante los Ejercicios Fiscales 2016 y 2017, el Ejecutivo Federal a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), establecerá mensualmente el precio máximo y mínimo de la gasolina mediante una banda de precios de combustibles que comprende los siguientes criterios: a) las diferencias relativas por costos de transporte entre regiones; b) las diversas modalidades de distribución y expendio al público; c) ajustes de forma congruente con la inflación esperada de la economía; y, d) los precios internacionales de estos combustibles; sin embargo, en caso de que el precio de las gasolinas establecido mensualmente esté fuera de la banda de precios, la autoridad hacendaria utiliza como mecanismo de ajuste la inclusión de cuotas complementarias al Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS); de tal manera que usted paga una cuota complementaria de dicho impuesto, si el precio mensual es menor al límite inferior de la banda. De igual forma, paga una cuota menor de IEPS si el precio calculado resulta mayor al límite superior de la banda.
Según datos de la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE), en 2016 los precios mensuales de la gasolina de menor octanaje y del diésel, durante el periodo enero a junio, se ubicaron ligeramente por debajo del límite inferior de la banda, por lo que los consumidores pagaron cuotas complementarias de IEPS.
Fuente: Comisión Federal de Competencia Económica, Publicación: Transición Hacia Mercados Competidos de Gasolinas y Diésel
Otro elemento que interviene en la determinación de los precios de las gasolinas y que representa ingresos sustanciosos para el Gobierno Federal es la importación de hidrocarburos, puesto que ante la paulatina liberación de los precios y erradicación del monopolio que tenia PEMEX sobre su venta, los gasolineros han optado por importar gasolinas que les permita mantener un precio competitivo y les signifiquen mayores ganancias; al respecto, quienes importan deben solventar las contribuciones emanadas del Impuesto General de Importación (arancel), Impuesto al Valor Agregado (IVA), Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), Derecho de Trámite Aduanero (DTA) y en algunos casos el Derecho de Almacenaje.
Fuente: Página Web del Servicio de Administración Tributaria (http://www.sat.gob.mx/aduanas/importando_exportando/guia_importacion/Paginas/contribuciones_que_puedan_causarse_con_importacion.aspx), Contribuciones que pueden causarse con motivo de la importación.
Cabe señalar que las empresas que se dedican a la importación de gasolinas, deben tramitar ante la Secretaría de Energía el permiso para ejercer dicha actividad económica, debiendo solventar los gastos y garantías económicas que le exija el Gobierno para su expedición.
En caso de que el importador o el comprador no cuenten con la infraestructura para almacenar, transportar y suministrar la gasolina dentro del territorio nacional, tienen la obligación de contratar a un tercero o a PEMEX para que le provea del acceso abierto a la infraestructura de transporte y almacenamiento.
Como podemos observar, si bien el espíritu de la reforma es transitar de un modelo monopólico a uno que generé competitividad en los precios de las gasolinas; también es verdad que sus efectos se inclinan más a favor del Gobierno Federal, quien con éste andamiaje jurídico, obtiene mayores ingresos y se abstiene de emitir subsidios par mantener los precios bajos.
Por último, debemos considerar que la banda de precios fluctuará constantemente, por lo que debe tomar sus previsiones económicas; esperemos que después del 31 de diciembre de 2017, fecha en que debe liberarse los precios de las gasolinas, los mexicanos comencemos a tener beneficios reales. Mientras tanto, el Gobierno Federal no puede quejarse de su capacidad de recaudación, pues el negocio de los hidrocarburos le dará buenos rendimientos.