Cosme Vázquez
Con la producción y conservación del cocodrilo de pantano, así como del Moreletti, el próximo año se estaría exportando desde Chiapas para el mundo pieles, aceites, vasos y otros productos y subproductos, sostuvo Rafael Zarazua Ojeda, director del proyecto Balamkú y de la UMA La Escondida.
Dijo que en 2015 iniciaron con más de mil animales, entre los reproductores y para engordas, por lo que el próximo año esperan estar empezando a exportar.
La demanda a nivel mundial es de alrededor de dos millones de pieles, en tanto en México se cubre menos del uno por ciento. Sin embargo, como productores no están tan interesados en el mercado nacional, sino buscan mercados en Europa, toda vez que el comercio internacional de pieles deje ganancias alrededor de dos millones de pesos.
En un tiempo de cinco años más se proponen producir cuatro mil pieles y tener en granja a más de 20 mil cocodrilos, toda vez que forman parte de una asociación civil en México, la cual produce alrededor de cinco mil pieles al año.
Actualmente, sola una empresa ubicada en Campeche es la que exporta, pero al sumarse Balamkum y otros productores de Tapachula en tres años más podrían producir tres mil pieles al año.
Zarazua Ojeda destacó que el cocodrilo Morelete, es una de las especies más apreciadas, debido a las carcaterísticas de su piel, la cual es fina en textura, delgada y el patrón de escamas es único.
Señaló que efectivamente en Chiapas no hay industria de tenería, pero ya se está en los primeros pasos para poder cubrir la demanda en el mercado mundial, y posteriormente pensar en la industria en Chiapas donde se puedan curtir y fabricar productos.
Los cocodrilos son reproducidos en áreas que asemejan un hábita natural, con suficiente cobertura vegetal y agua.