Donald Trump hace sus primeros nombramientos de gabinete
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Reince Priebus será el secretario general de la Casa Blanca, mientras que Stephen Bannon ocupará el cargo de estratega jefe y asesor de alto rango.
WASHINGTON, DC.- Con sus dos primeros nombramientos importantes, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, hizo una aproximación a los círculos dirigentes del Partido Republicano al nombrar secretario general de la Casa Blanca al jefe del partido, Reince Priebus, y asestó un golpe a la estructura tradicional de Washington al nombrar estratega jefe y asesor de alto rango al ejecutivo de Breitbart News Stephen Bannon.
Ambos estaban en la lista de seleccionados de Trump para el cargo de secretario general, y si bien fue Priebus quien consiguió ese puesto, también se espera que Bannon tenga una influencia considerable. El ejecutivo de medios tiene lazos con la derecha alternativa y el movimiento nacionalista blanco, y su nombramiento se anunció primero en la nota de prensa que comunicaba las decisiones.
De acuerdo con The Associated Press, la decisión de Trump era en principio contradictoria, aunque encaja en la costumbre del célebre empresario de crear un auténtico test de Rorschach que permitió a sus seguidores ver lo que querían. Priebus, que azuzó a la Convención Nacional Republicana a apoyar a Trump este verano pese a algunas objeciones internas, es un agente del partido con un profundo conocimiento del ecosistema de Washington que Trump ha prometido reconvertir. Es cercano al presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, de Wisconsin como él.
«Estoy muy agradecido al presidente electo por esta oportunidad de servirlos a él y a este país mientras trabajamos para crear una economía que funcione para todos, asegurar nuestras fronteras, revocar y reemplazar el Obamacare y destruir el terrorismo radical islámico», dijo Priebus en un comunicado sobre su nombramiento.
Bannon, por su parte, ayudó a convertir el sitio Breitbart News en la principal plataforma de la rama antisistema del partido, que a su vez impulsó el auge político del empresario neoyorquino. Ryan ha sido uno de sus objetivos más habituales.
«Steve y Reince son líderes altamente calificados que trabajaron bien juntos en nuestra campaña y nos dirigieron hacia una victoria histórica», dijo Trump el domingo en un comunicado anunciando los nombramientos. «Ahora los tendré a los dos conmigo en la Casa Blanca mientras trabajamos para hacer a Estados Unidos grande de nuevo».
Ni Priebus ni Bannon aportan experiencia política importante a sus nuevos puestos en la Casa Blanca. El secretario general desempeña un papel importante en particular en la elaboración de políticas, ya que funge como enlace con las agencias del gabinete y decide la información que llega al escritorio del presidente. Suele ser una de las últimas personas que permanecen en la sala con el presidente cuando se toman decisiones importantes.
Se cree que a los hijos adultos de Trump, que sirven como influyentes asesores del presidente electo, les preocupaba tener a una persona polémica en el cargo de secretario general y apoyaron a Priebus para el cargo.
Al anunciar los nombramientos, Trump dijo que Priebus y Bannon trabajarán como «socios iguales», lo que en la práctica crea dos centros de poder en el Ala Oeste de la Casa Blanca. El arreglo es arriesgado y podría crear ambigüedad sobre quién toma las decisiones finales.
Los primeros nombramientos llegaron un día después de que el duro plan de Trump contra la inmigración irregular diera visos de debilitarse el domingo
Hace mucho tiempo que Trump fomenta la rivalidad en su equipo, tanto en los negocios como en su campaña electoral. Tuvo tres directores de campaña en la contienda por la Casa Blanca, creando una red de alianzas enfrentadas en su personal.
Priebus es una elección tradicional que pretende servir de rama de olivo a los republicanos, que controlan ambas cámaras del Congreso, mientras Trump se prepara para poner en práctica su programa legislativo.
Twitter felicitó a Priebus con un tuit, en el que dijo estar «muy orgulloso y emocionado por mi amigo». No mencionó a Bannon en ese tuit, si bien antes dijo a CNN que aunque no lo conocía, «confío en el criterio de Donald».
La designación de Bannon, sin embargo, es del todo controvertida.
Bajo el mando de Bannon, Brietbart defendió un ideario nacionalista y se convirtió en uno de los principales medios de la llama derecha alternativa, un movimiento a menudo asociado con la supremacía blanca y la defensa de los «valores occidentales».
«La extrema derecha racista, fascista está representada a unos pasos de la Oficina Oval. Mantente muy atento, Estados Unidos», tuiteó John Weaver, un estratega republicano que trabajó para la campaña presidencial del gobernador de Ohio John Kasich.
Bannon, que se convirtió en director ejecutivo de la campaña en agosto, presionó a Trump a adoptar una retórica más populista y mostrar a su rival, Hillary Clinton, como parte de una conspiración global de la élite financiera, política y mediática, así como banqueros decididos a oprimir a la clase trabajadora del país. Es un mensaje que llevó a Trump a la Casa Blanca, pero para algunos llevaba tonos antisemitas.
Una exesposa de Bannon dijo que había expresado su preocupación sobre los judíos cuando ambos discutieron sobre enviar a sus hijas a una escuela privada hace casi una década, según documentos judiciales a los que Associated Press tuvo acceso este verano. En una declaración jurada ante el tribunal tras su divorcio, Mary Louise Piccard dijo que su exmarido se había opuesto a enviar a sus hijas gemelas a una academia de elite de Los Ángeles porque «no quería que las niñas fueran a la escuela con judíos».
Una portavoz de Bannon negó que hubiera hecho esos comentarios.
Los primeros nombramientos llegaron un día después de que el duro plan de Trump contra la inmigración irregular diera visos de debilitarse el domingo.
El presidente electo pareció dar marcha atrás en su promesa de construir un muro a lo largo de la frontera sur de Estados Unidos y Ryan rechazó la formación de una «fuerza de deportación» que persiguiera a gente que reside en el país sin permiso de residencia.
En una entrevista con «60 Minutes», de CBS, Trump dijo el domingo que aceptaría una cerca en algunos tramos de la frontera sur de Estados Unidos, donde había prometido construir un muro. Sin embargo, un aspecto de sus declaraciones no cambió respecto a las primarias y la campaña electoral: el combativo multimillonario acudió a Twitter para cobrarse algunas afrentas.
Durante una andanada de cuatro horas, Trump presumió de la lista de incondicionales del Partido Republicano que lo felicitaron y criticó con severidad al periódico The New York Times, al que tachó de «deshonesto» y «muy impreciso».
En un tuit, Trump acusó al diario de decir que él cree que «más países deben obtener armas nucleares. Qué deshonestos son. ¡Nunca dije eso!», tuiteó el domingo de madrugada.
Sin embargo, en una entrevista en marzo con el Times, se preguntó al entonces candidato si se opondría a que Japón adquiera un arsenal nuclear, que ahora no tiene. Él respondió: «¿Acaso preferiría que las tenga Corea del Norte, si Japón ahí cerca las tuviera también. Esa muy bien podría ser una situación mejor, si ése es el caso».
Trump también dijo a «60 Minutes» que renunciará al salario anual de 400 dólares del presidente para cobrar sólo un dólar al año.
Por Sipse