¿Y qué pasaría si no se logra concretar un acuerdo de paz con las Farc?
Juan Manuel Santos, presidente de Colombia, y Rodrigo Londoño, jefe máximo de las Farc, firmaron ante miles de personas el acuerdo de paz consensuado durante cuatro años en La Habana. Foto: Elpais.com.co| AFP
Tenemos información amplísima de que ellos (las Farc) están preparados para volver a la guerra urbana, que es más demoledora que la guerra rural: Juan Manuel Santos, presidente de Colombia. 16 de junio de 2016.
Esa frase la lanzó el Jefe de Estado 77 días antes del plebiscito en el que 34 millones de colombianos decidirían si refrendaban o no los acuerdos de La Habana entre las Farc y el Gobierno. Lea también: Gobierno y Farc se reunieron en Cuba para concertar ajustes del acuerdo de paz
Amplios sectores dijeron que era una amenaza.
Ya pasaron 21 días desde que el No ganó en la urnas y no ha muerto un solo soldado, policía o guerrillero en un enfrentamiento armado o en un ataque.
II
Nuestro deseo es que los acuerdos de paz se logren lo más pronto posible. Hay que escuchar a todo el mundo, pero tiene que ser en un lapso no muy amplio porque si no, se nos muere la paz… Del limbo podemos pasar al infierno: Iván Márquez, jefe de la delegación de paz de las Farc. 16 de octubre de 2016.
Esas palabras se las dijo el guerrillero el pasado domingo al periodista Daniel Coronell a quien le insistió en una entrevista de 16 minutos que renegociar sobre bases que no son propositivas nos va a dilatar esto en el tiempo y corremos el riesgo de que el proceso termine mal.
III
Aquí o allá insisten en eso. ¿Pero corre algún riesgo el país si no se implementa en un tiempo prudente el acuerdo logrado en La Habana o, peor aún, si no se llega a un consenso sobre la paz que necesita Colombia?
Los escenarios planteados son amplios y anchos. Mientras algunos analistas aseguran que habrá consecuencias macroeconómicas por no haber logrado la paz, otros dicen que eso solamente ocurrirá en caso de que Colombia vuelva a una situación de inseguridad igual o peor a la que se vivió hace más de una década.
Pero expertos en seguridad sostienen que es difícil que el país atraviese una crisis de tal magnitud porque la guerrilla en los últimos cinco años perdió un 70 % de su capacidad bélica.
Sin embargo, hay quienes dicen que la sola incertidumbre ya aleja la inversión extranjera. Y el sector más golpeado, sin duda, es el político que pierde credibilidad, más de la que ya se le ha embolatado.
Henry Acosta, facilitador de estos diálogos, hace un análisis económico en el que sostiene que de no implementar los acuerdos de paz la deuda externa colombiana aumentará; que los créditos externos que se estaban gestionando se pararán y que las inversiones que se estaban dando para llegar al país se aplazarán y algunas nunca más vendrán.
Todo ello hará que la Reforma Tributaria se haga de una manera más drástica para generar ingresos al Tesoro Nacional que le permita pagar los intereses aumentados, agrega.
Pero Daniel Velandia, jefe de investigaciones económicas de Credicorp Capital, dice que el riesgo de cara a la confianza inversionista sería en el caso de la prolongación de un acuerdo de paz por varios años; en el escenario de que no dé frutos una renegociación o si nos devolviéramos diez años en el conflicto y la verdad es que ese no es el escenario de prácticamente nadie.
El economista comenta que los inversionistas y las calificadoras de riesgo ahora están concentradas en el éxito o no de la Reforma Tributaria.
Iván Márquez, jefe de las Farc, también habla de números. En la entrevista con Daniel Coronell dijo que los recursos se están acabando y que habrá que recurrir a organizaciones internacionales para mantener al ejército campamentado que está en tregua.
Pero Mauricio Jaramillo, analista de política exterior, indica que al estar en puntos suspensivos, hay un riesgo gravísimo porque se cierran los años fiscales en Estados Unidos y algunos de los estados europeos que habían prometido recursos para el posacuerdo: El interés en Colombia no se va a perder así no más, pero la imagen se va a afectar y el margen de maniobra se reduciría porque el Gobierno tenía comprometida su credibilidad y el resultado del plebiscito y esta dilación lo que hace básicamente es enviar un mensaje de que no cumple lo que promete o no está en capacidad de hacerlo y le toca recular.
El analista económico Daniel Velandia sostiene que ahora o más tarde, el acuerdo de paz le conviene no solo a Colombia sino a toda la región. La comunidad internacional lleva cuatro años esperando las negociaciones, no creo que se vayan a retirar en un corto plazo mientras se destraban.
En buena medida, dice John Marulanda, experto en Seguridad y Defensa, la crisis económica de las Farc es positiva porque si ahora no tienen recursos (según ellos), de romperse los diálogos ¿con qué podrían contar para realmente asustarnos o conducir al país a un estado de pánico? ¡No tienen con qué!.
Explica que además de alimentar a su ejército, la guerrilla tendría que comprar municiones, armamentos, entre otras cosas, de modo que retornar a la guerra es bastante complicado para ellos.
También considera que volver abiertamente a la extorsión o al secuestro y echarle la culpa de eso a que no se pudo un acuerdo con el Gobierno sería un descrédito aún mayor para las Farc ante la opinión pública y eso les acabaría el poquito espacio político que han ganado gracias a que el Gobierno actual se los permitió.
Si la situación del Gobierno es comprometida y complicada con el limbo en el que se encuentran los acuerdos, las Farc agrega Marulanda no se quedan atrás y están en una sin salida.
Están comprometidas, militarmente han perdido un 70 % de su capacidad y políticamente están jugando con candela porque no sería solo el prestigio nacional sino internacional el que estarían perdiendo, por lo que el experto considera que más temprano que tarde las Farc van a tener que lograr un consenso no solo con el Gobierno sino con las fuerzas del No y otros sectores de colombianos.
Pero el analista Pedro Medellín no ve la situación tan crítica para el país. Para él, el riesgo que pueda enfrentar la Nación depende del afán que tenga el Gobierno para lograr un acuerdo. No creo que haya mayor presión distinta a la que pueda tener el presidente Santos de que los acuerdos estén firmados para antes de diciembre cuando él reciba el Premio Nobel de Paz.
Gobierno y oposición
El costo político de no tener unos acuerdos de paz que puedan implementarse en los próximos meses será no solo alto para el Gobierno sino también para la oposición que promovió el voto negativo en las urnas.
Jaime Bernal Cuéllar, exprocurador General de la Nación, dice que por ahora se pueden hacer algunas cosas, como mantener el cese el fuego, pero, por ejemplo, los cambios en el sector rural de Colombia se quedarán estancados y ello generará un perjuicio político: Pierde la ciudadanía la credibilidad en el Gobierno aún más y desde luego para la oposición que tiene una responsabilidad de entregar en concreto los puntos de conformidad a lo que promovieron para que se votara No, teniendo en cuenta que lo que se adicione no sea inaceptable. En esto hay que mirar lo justo.
¿Y la seguridad?
Mientras Jaime Bernal Cuéllar, exprocurador General de la Nación, dice que el reacomodamiento de algunos integrantes de las Farc será igual si hay o no proceso de paz, John Marulanda, experto en seguridad, sostiene que ese es un problema muy serio que va mas allá de las Farc.
Advierte que es un problema que el Gobierno no ha manejado adecuadamente porque en una mala decisión acordó por presión de las Farc suspender la fumigación aérea y ya sabemos que se han incrementando los cultivos ilícitos que generan un flujo de dinero en la economía ilegal que desata todo tipo de intereses.
Pero Bernal comenta que sí es posible una desbandada aún con una desmovilización general, pero las Farc han manifestado su propósito de seguir con los acuerdos para la paz.
El País