Versión estenográfica Roberto Gil Zuarth, presidente del Senado de la República. sobre política de drogas
Comunicado/Trascender Online Noticias
En el mundo hay un cambio de conversación con respecto al problema de las drogas. Pasamos de un lenguaje prohibicionista, de un lenguaje punitivista, de un lenguaje de policías y cárceles; por un discurso, una narrativa de salud, de derechos humanos, de reducción del daño que genera el consumo, de proporcionalidad en la respuesta del Estado frente al a demanda y frente a la oferta.
Ese cambio de conversación son, en realidad, cambios de paradigmas, es un cambio profundo de paradigmas que se ha concretado en una resolución que ha votado a Naciones Unidas y que tiene tres implicaciones:
Uno, que cada Estado, cada país define su política pública con respecto a las drogas; ya no se impone una sola aproximación desde un consenso internacional. Esta invención norteamericana de los años 60s, 70s de que debíamos de contener la oferta y la demanda a través de la política criminal, ha llegado a su fin: la guerra contra las drogas en el concierto internacional ya ha concluido y así lo expresó Naciones Unidas en una votación copiosa con respecto a este cambio de posición.
En segundo lugar, reconocer que el problema del consumo es, sobre todo, un problema de salud pública y que a los consumidores no hay que criminalizarlos; sino que hay que tratarlos con respeto y darles alternativas para que voluntaria y libremente dejen su adicción.
Que tratamos a los consumidores como personas con capacidad de decisión y alentemos su sentido de responsabilidad, para evitar daños mayores en su salud o daños en la sociedad.
Y en tercer lugar, el reconocimiento por primera vez de que el problema de consumo, pero también el problema de la oferta, es un problema de desarrollo económico y que tenemos que construir alternativas para quienes hoy están atrapados en la cadena productiva ilegal de las drogas, pueda tener una fuente de ingresos, una posibilidad de costeo de una vida digna y de tener una posibilidad de participar en la sociedad sin el amago de ser parte del crimen organizado o de estar bajo la coacción del crimen organizado.
Creo que son tres cambios importantes. Me quedo con la expresión que hizo el Presidente de la República en la última parte de su discurso, que él va a buscar una política pública que responda a dos objetivos: eficaz prevención y eficaz regulación.
Creo que eso abre la puerta a múltiples posibilidades, a múltiples diseños de política pública con respecto a las drogas.
Lo más importante y lo que tenemos que hacer a continuación en nuestro país es que, si ya el mundo cambió su conversación sobre las drogas, cambiemos la nuestra y empecemos a legislar para darle una respuesta más humana, más racional, más inteligente a un problema que viene de lejos y que está generando muchos problemas sociales.