El Estado
Tras la instalación de la alarma sísmica en Tuxtla Gutiérrez, aún falta que las personas que viven en la capital mejoren su cultura de protección civil, esto porque a pesar de que suena, son pocas las personas que lo toman el cuenta.
Esta situación aconteció este domingo por la madrugada, cuando en el primer cuadro de la ciudad se escuchó la alarma que avisa sobre la inminente llegada de ondas sísmicas ocurridas por algún movimiento telúrico en la zona.
La señal se dio alrededor de la 1:30 de la mañana, y en la zona sólo una familia inició los protocolos de protección por lo que fueron los únicos que se encontraron en la calle a estas horas de la mañana.
Nosotros escuchamos la alarma, tenemos en casa tres niñas pequeñas, por lo que no podemos arriesgarnos a esperar si pasan o no pasan las cosas, oímos que sonó pero la verdad sentimos raros cuando salimos y vimos que todo iba normal, comentó Juan Carlos López, habitante del centro.
La alarma se encuentra instalada en el palacio de gobierno y dependiendo el horario tiene un alcance de 1.5 kilómetros a la redonda, Protección Civil del estado anunció que iniciarían una campaña de identificación de la alerta en la sociedad, pero tal parece que esta o no ha ocurrido, o no tuvo éxito.
Lamentamos que la gente no responda a estos avisos, son su vida, la vida de sus hijos, de nuestras hijas, por eso aunque no pasó nada esta vez, o al menos nosotros no lo sentimos, debemos seguir reaccionando, no vaya a ser que a la otra sí pase, mencionó el padre de familia.
Los señores tuvieron que pedir información a una unidad motorizada de policías, quienes les explicaron que el temblor ya había pasado pero que no llegó con fuerza, por lo que pudieron volver a su casa habitación en el tercer piso de un edificio del centro.
Debería la gente hacer caso a estas alertas, funcionen o no, creerles puede depender de sus vidas, finalizó.
Cabe señalar que el movimiento más cercano a la hora que sonó, se registró en el Instituto Nacional Sismológico con una magnitud de 3.7 grados en la escala Ritcher y tuvo su epicentro en la zona de Pijijiapan en la costa de Chiapas.