Trump: No quiero a China dictándome
Donald Trump no suelta el tema polémico sobre Taiwán, por lo que China no ha tardado en mostrar su enfado, en particular, por el cuestionamiento que hizo el presidente electo el pasado domingo sobre la política de una sola China.
Beijing. Donald Trump no suelta el tema polémico sobre Taiwán, por lo que China no ha tardado en mostrar su enfado, en particular, por el cuestionamiento que hizo el presidente electo el pasado domingo sobre la política de una sola China.
Trump dijo en entrevista: Entiendo perfectamente la política de una sola China, pero no sé por qué tenemos que estar sujetos a ella, a menos de que hagamos un acuerdo con China, potencialmente en el tema de comercio entre ambos países.
El comentario provocó una clara respuesta de Beijing a través del Ministerio de Asuntos Exteriores señalando que tiene una seria preocupación, y también a través de un periódico controlado por el gobierno del presidente Xi Jinping calificando a Trump tan ignorante como un niño.
Su Hao, director del Centro de Estudios de Asia y el Pacífico de la Universidad de Asuntos Exteriores de China, en Beijing, opinó que el comentario de Trump fue un acto imprudente e irresponsable que podría sacudir los cimientos de la relación bilateral.
La postura en Taiwán, añadió, no está abierta a la negociación. La política internacional no es negocio. No todo lo que está sobre la mesa es comercio.
Los comentarios de Trump no sólo dejaron inquietos a China, también a Taipéi, debido a que Trump siente que va a ser utilizado como una moneda de cambio en el momento en que negocie con China, de acuerdo con algunos expertos consultados.
Las palabras de Trump se produjeron dos semanas después de que el magnate comenzara la controversia con respecto a Taiwán, al revelar que sostuvo una conversación telefónica con su presidenta, Tsai Ing-wen. Trump rompió un protocolo diplomático que data de 1979 con el presidente Jimmy Carter.
Trump aprovechó para mencionar los temas que le molestan sobre China: Estamos siendo malheridos por China a través de la devaluación de su moneda; están imponiendo impuestos a nuestros productos; construyendo una fortaleza en territorio marítimo al sur de su país; y la verdad no nos están ayudando en absoluto con el tema de Corea del Norte. Categórico, Trump remató: No quiero que China me dicte.
Ayer, en una editorial del periódico chino Global Times, controlado por el Estado y reconocido por su estridente nacionalismo, sugirió que Trump debería leer algunos libros sobre las relaciones entre Estados Unidos y China. En tono de amenaza, sugirió que si Estados Unidos abandonara la política de una sola China, entonces Beijing no tendría ninguna razón para continuar con la paz para recuperar el territorio de Taiwán. Mucha gente puede estar sorprendida porque el nuevo presidente sea auténticamente un empresario de principio a fin, pero en el campo de la diplomacia, es tan ignorante como un niño.
Taiwán no debe ser moneda de cambio
La Casa Blanca adoptó una posición abiertamente crítica del presidente electo, Donald Trump, quien amenazó con no reconocer más el principio de una sola China, y sostuvo que Taiwán no debía usarse como moneda de trueque para lograr concesiones de Beijing.
De acuerdo con el vocero presidencial, Josh Earnest, Taiwán no puede ser visto como una palanca para hacer presión sobre Beijing.
Las relaciones entre Estados Unidos y China se están deteriorando no por políticas del presidente Obama sino por acciones que emprende el presidente electo, mismas que preocupan.
Supuesta injerencia rusia en elecciones
Los rusos no son nuestros amigos, asegura líder del Senado
El líder de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConnell, condenó enérgicamente cualquier interferencia extranjera en las elecciones de EU y anunció que la Comisión de Inteligencia del Senado investigará la posible injerencia de Rusia durante las pasadas elecciones.
Los rusos no son nuestros amigos, dijo McConnell a periodistas en una conferencia de fin de año.
Algunos senadores han hecho suya la idea de crear una investigación ex profeso; es decir, sin respetar los procedimientos normales que lleva a cabo el Senado, sin embargo, McConnell apuesta para que la investigación se lleve de manera regular. McConnell se negó a abordar el tema que la prensa le planteó, recordándole que, durante una conferencia de prensa del pasado septiembre, él subestimó señalamientos sobre la posible injerencia de Rusia en las campañas electorales. McConnell desvió el tema lanzando una crítica al presidente Barack Obama por no haber hecho algo importante sobre la expansión de influencia rusa en Crimea, Ucrania y Siria. Trump ya será presidente cuando la comisión entregue los resultados. (Paul Kane)
Por El Economista