El Estado
El investigador perteneciente al Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias, Fernando Bahena Juárez, aseveró que de manera anual en México se desperdician alrededor de 11 millones de toneladas de alimento ya procesado.
Bahena Juárez mencionó que dicha cantidad representa la tercera parte de la producción nacional, lo que significa un desperdicio considerable en razón a que la república sufre una crisis alimentaria severa en poblaciones rurales.
El especialista michoacano, explicó en exclusiva para la Agencia El Estado Multimedios, que la propuesta de evitar el monocultivo y propiciar la siembra múltiple de alimentos ayuda en cuanto al control de plagas, sin embargo, uno de los mitos es que mermaría la producción de granos importantes.
Descartó tal enunciado, pues la situación de México no se basa en la falta de alimento, sino en la poca cultura de cuidado de estos, además de que los recursos no llegan de manera equitativa a las zonas más necesitadas, por eso se ve un gran desperdicio y zonas con hambre severa.
Fernando Bahena mencionó que en la actualidad sólo el trigo, maíz y sorgo son los tres granos que se producen en el mundo, cuando se estima que 70 mil plantas son comestibles, lo que significa que no se explota de manera íntegra los recursos naturales.
No hay una sobreproducción, pero sí lo que se produce alcanzaría para darle de comer a la población, no hay programas para retribución de los alimentos y falta justicia en el pago de los productores.
El especialista ejemplificó en los casos de los productores de papas, quienes venden su producto a las empresas a dos pesos el kilo, cuando en el mercado final, se consigue a 10 pesos, lo que demuestra la falta de equidad en precios.
Mencionó que sí es necesaria mayor producción alimentaria en México, sin embargo, esta debe ser amigable con los productos, pues es algo que termina en la población, lo que significa que pone en riesgo la salud pública si no se genera de manera orgánica.
