Rector de la Salazar siembra terror en las aulas
Disraeli Ángel Cifuentes/Trascender Online
Cuando los maestros más despóticos y autoritarios de la Universidad Salazar han defendido su forma de trabajar, en donde instauran verdaderos climas de terror dentro del aula, frente a sus indefensos alumnos, señalan, con orgullo, que su metodología la aprendieron directamente de quien hoy es el rector de la misma institución, ME. Emilio Enrique Salazar Narváez.
Y relatan historias increíbles de cómo fueron tratados en su calidad de alumnos, y que nadie actualmente se debiera quejar, pues, dicen, no hay punto de comparación.
Si ahora lloran ustedes, quisiera haberlos visto con el maestro Emilio Salazar, esos sí eran castigos, estricto como él hoy no van a encontrar ninguno, comentan, con un dejo de orgullo por haber pasado, sufrido pero superado esa difícil etapa.
Ese es su único fundamento teórico para tratar al alumnado con la punta del zapato.
Son docentes que se sienten auténticos dioses, que miran a las y los jóvenes estudiantes como a simples mortales que, por lo mismo, deben rendirles adoración y pleitesía, comprarles la coca-cola y hasta cargarles la maleta del restaurante al salón de clases.
Si tan solo bostezar es reprimido o castigado con una expulsión del salón de clases, ahora habría de imaginar a quien se atreva criticar su desempeño como docentes; quien lo hace termina como alumno apestado, y arrepentido de por vida haber cometido la osadía de lanzar una opinión de desacuerdo.
El problema, pues, es que la cabeza de la Universidad Salazar es la que defiende la práctica de las agresiones al estudiantado, las faltas de respeto a las y los jóvenes que, por cierto, pagan una colegiatura mensual y por la que les cobran intereses y actualizaciones si no pagan en los primeros cinco días del mes.
Con razón, muchos han expresado que no tiene lógica pagar una colegiatura y ser tratado con políticas autoritarias, despóticas y agresivas.
¿Mi dinero no vale?, dicen. Y si mi dinero vale, entonces lo tomo entre mis manos y lo llevo a otra universidad.
Y, por supuesto, es una enorme cantidad de estudiantes que han tomado su documentación para salir corriendo hacia donde haya docentes menos agresivos.
Y, por eso mismo, la Universidad Salazar ha tomado como nuevas medias reducir el espacio de sus aulas escolares en un cincuenta por ciento, esto es, dividir los salones de clase a la mitad y abrir el espacio a otras carreras para que, con mercadotecnia, poco a poco se vaya recuperando al alumnado perdido, con quienes desconocen la dura metodología de sus docentes, quienes aprendieron a ser maestros del rector ME. Emilio Enrique Salazar Narváez.
Cabe señalar que la Universidad Salazar enfrenta un proceso en su contra por violaciones a los derechos humanos de uno de sus alumnos, quien interpuso su queja ante el ombudsman chiapaneco, abriéndose un expediente que fue canalizado a la Secretaría de Educación, misma que dará respuesta en breve a dicha situación.