Julio Nájera
En conferencia de prensa, habitantes de Laureles reconocieron que no tenían permiso para colocar un portón en la entrada del Fraccionamiento, justificando que los vecinos piden tener un acceso restringido, pese a que se trata de un lugar municipalizado, por lo que el tránsito de los tuxtlecos debe ser libre.
Juliana Matuz presidenta de la Asociación Civil de los Vecinos de Laureles y Martín Ramos, ex diputado federal, evidenciaron más su molestia con los negocios aledaños y la construcción de un edificio, que por la inseguridad de la colonia, que según los registros no se ha presentado un delito en Laureles en los últimos 10 meses.
Las palabras de los que se dicen ser la voz de los vecinos de Laureles, fueron elitistas y caprichosas durante su declaración. Tal parece que quieren un trato privilegiado de parte de las autoridades, a sabiendas que hay más colonias afectadas en materia de seguridad, como si Tuxtla girara en su entorno, que ellos merecen un trato preferencial.
Martín Ramos fue diputado federal, promulgaba leyes, reconoció que poner el portón se encontraba fuera de la ley, pero se justificó en todo momento que se dejó llevar por el clamor vecinal.
Asimismo, Juliana Matuz reconoció que hace unos días sostuvo una reunión con autoridades municipales, donde agradeció al grupo interinstitucional que los atendió, donde se dijo que en materia de seguridad, van 10 meses sin que se reporte un delito en Laureles.
Las declaraciones de los representantes de los vecinos fueron totalmente confusas y terminaron admitiendo que se encuentran actuando fuera de lo que permite la ley.