Protestas por la investidura de Trump
Donald Trump asumirá la presidencia de Estados Unidos con el repudio de más la mitad del país y una profunda división social que será evidente durante su toma de protesta, y que se prolongará más allá de la pompa de investidura. A nivel mundial la situación no es muy diferente, el magnate no es bien recibido por líderes europeos y sociedades de distintos países a nivel mundial.
Las encuestas han dejado constancia del alto nivel de impopularidad que tiene el millonario neoyorquino tras su victoria en las elecciones del 8 de noviembre, el colofón de una de las más inusuales y antagonistas procesos electorales de memoria reciente.
Trump desestima estas mediciones a partir de lo que denuncia como una hostil actitud hacia su persona y su candidatura de parte de la prensa y empresas responsables de sondeos, pero su repudio es selectivo dado que abraza a aquellas que le fueron favorables.
Una encuesta conjunta del diario The Washington Post y la televisora ABC reveló que un 54% de los estadunidenses tienen una desfavorable opinión de Trump, contra 40% favorable.
Ese es uno de los más bajos niveles de aprobación de un mandatario entrante en cuatro décadas, colocándose muy por debajo del 79% registrado por William Clinton en 1993 y el 81% de Barack Obama en 2009.
Otra encuesta de la televisora CNN y la firma ORC Poll colocó a Trump con un nivel de aprobación de apenas 40%, por debajo del 60% registrado por George W. Bush en 2001.
Aunque seis de cada 10 estadunidenses esperan que Trump haga un buen papel como presidente, casi la mitad, un 49%, estimaron que las políticas propuestas por el republicano moverán al país en una dirección equivocada.
Para recibir al nuevo mandatario diversos grupos dentro y fuera de Estados Unidos han organizado protestas.
Estados Unidos
Según AP, manifestantes y partidarios de Donald Trump chocaron frente a un evento a favor del presidente electo en Washington la víspera de su investidura.
La policía utilizó aerosol químico para tratar de controlar a la multitud revoltosa.
Cientos de manifestantes se congregaron frente al Club Nacional de la Prensa en el centro de Washington donde se desarrollaba el «Deplorabaile». Es una alusión a una frase de Hillary Clinton, quien en una ocasión durante la campaña electoral aludió a muchos partidarios de Donald Trump como una «canasta de deplorables».
Los manifestantes abuchearon a los asistentes vestidos de gala que entraban o salían del evento.
A un hombre que agitaba una bandera a favor de Trump le arrojaron escombros y lo persiguieron hasta el vecino Warner Theater, donde Sean Hannity y Geraldo Rivera, destacados periodistas del canal Fox News, esperaban entrar a otro evento. Hannity alzó el puño; Rivvera sonrió y rió antes de entrar.
Protestas desde la noche antes de la toma de posesión
Con denuncias a Donald Trump por sus posiciones sobre el cambio climático, el racismo, su trato a las mujeres y muchas más, partidarios de diversas causas unidos en su oposición al presidente entrante se manifestaron desde la madrugada del viernes, empeñados en dejar su sello en la jornada de investidura.
Se desarrollaban manifestaciones animosas en los diversos retenes de acceso cerca del Capitolio, donde policías con equipo antimotines ayudaban a los tenedores de boletos ingresar al lugar de la ceremonia. Los carteles proclamaban «Que resuene la libertad», «Libertad a Palestina» y «Resistir Clima Trump», entre otras consignas.
Decenas se formaron en un retén de seguridad cerca del Capitolio, algunos vestidos con overoles anaranjados de presidiarios y encapuchados para representar a los presos en la cárcel estadounidense en Guantánamo. Eleanor Goldfield, una organizadora de la protesta Disrupt J20, dijo que el objetivo era mostrarle a Trump y a sus seguidores «equivocados, mal informados o simplemente peligrosos» que no callarán.
El movimiento Black Lives Matter (Las vidas de los negros importan) y grupos feministas también se hicieron oír.
Se esperaba a cientos de miles de personas en la capital para presenciar las ceremonias. Algunos manifestantes planeaban hacer todo lo posible para alterar los festejos.
El jueves por la noche, manifestantes y partidarios de Trump chocaron frente a un evento a favor del presidente electo. Cientos de manifestantes se congregaron frente al Club Nacional de la Prensa en el centro de Washington donde se desarrollaba el «Deplorabaile». Es una alusión a una frase de Hillary Clinton, quien en una ocasión durante la campaña electoral aludió a muchos partidarios de Donald Trump como una «canasta de deplorables».
En Nueva York, los actores Robert De Niro, Sally Field y Mark Ruffalo se sumaron a cientos de personas frente a un edificio de Trump el jueves para manifestar su oposición.
El viernes se pusieron en marcha otras manifestaciones. DisruptJ20 (trastornar E20), una coalición que lleva la fecha de la investidura en su nombre, dijo los participantes intentarían clausurar o causar demoras en los retenes de acceso a las ceremonias. Pensaban bloquear algunos, incluso a riesgo de ser arrestados.
«Nuestros objetivos son realizar protestas de masas y trastornar la juramentación si es posible y si no es posible si no podemos trastornar la juramentación_, hacer lo posible para impedirle a Trump actuar como si tuviera un fuerte apoyo», dijo el dirigente David Thurston a la prensa la semana pasada.
Se preveían otras manifestaciones para las próximas horas. Para un evento orgganiizado por DisruptJ20, una marcha desde la estación ferroviaria, se pidió a los participantes que se reúnan al mediodía, la hora en que Trump prestaba juramento.
La ruta de la marcha, titulada «Festival de la Resistencia», finalizaba en la plaza McPherson, a tres cuadras de la Casa Blanca, con una concentración para escuchar un discurso del documentalista y activista de izquierda Michael Moore.
«Vamos a hacer una fiesta para nuestro bando», dijo Thurston y añadió que habría tambores, músicos y una carroza con bailarines en la marcha.
La coalición de grupos antibélicos ANSWER planeaba concentraciones en dos lugares a lo largo de la ruta.
Protestas de grupos latinos
Activistas hispanos se sumaron el viernes a una coalición diversa de grupos que salieron a las calles de la capital estadounidense para expresar su descontento con la investidura de Donald Trump.
Manifestantes de grupos judíos, musulmanes, afroestadounidenses y latinos se apostaron muy cerca de uno de los escasos accesos públicos al amplio perímetro de seguridad levantado varias manzanas alrededor de la Casa Blanca con gorras negras que rezaban en inglés «No es mi presidente».
La estudiante de ingeniería civil Brenda Pérez participó en la manifestación porque a su juicio «llegó el momento de que nuestras comunidades se unan para pelear. Trump tiene mucho odio y él no es bienvenido aquí en Washington».
«Queremos que paren las deportaciones y que conserven DACA», dijo la mexicana de 20 años refiriéndose por sus siglas en inglés a un alivio migratorio que el presidente Barack Obama extendió en 2012 a 750.000 inmigrantes traídos sin autorización a Estados Unidos cuando eran niños.
Durante su campaña electoral Trump anticipó que deportaría a los 11 millones de inmigrantes sin autorización y anularía el alivio migratorio. También tildó de «criminales» y «violadores» a los inmigrantes mexicanos.
María Alejandra Salas decidió sumarse a la protesta para «dejar claro que no permitiremos que Trump criminalice a nuestras comunidades».
«La movilización es algo simbólico. Queremos demostrar que aquí en Washington hay gente que se le opone», dijo la peruana de 27 años que emigró a Estados Unidos en 1998.
Salas y Pérez pertenecen a Mijente, una organización que defiende los derechos de los inmigrantes no autorizados.
Ramah Kumaidi, activista de ancestros sirios, acudió a la convocatoria para denunciar a Trump «por su campaña llena de racismo hacia los musulmanes estadounidenses. Queremos demostrar nuestra voluntad de bloquear sus intenciones».
El magnate estadounidense prometió durante su campaña impedir el acceso a territorio estadounidense de extranjeros musulmanes, aunque posteriormente se pronunció a favor de someter a una revisión muy minuciosa a quienes provengan de países de mayoría musulmana con gran actividad terrorista.
«Los judíos sabemos el riesgo de quedarse callado. Hoy salimos a la calle para demostrar nuestra solidaridad a nuestras comunidades aliadas», dijo Ethan Miller mientras participaba en la protesta.
Manifestaciones similares ocurrían simultáneamente en diferentes puntos de la capital estadounidense la mañana de viernes.
H4>Bélgica
Según Notimex, al menos 2,000 personas marcharán esta noche en el centro de Bruselas en defensa de los derechos de las mujeres, en un acto programado para coincidir con la investidura del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
La manifestación, convocada por el Lobby Europeo de Mujeres y otras organizaciones no gubernamentales, se presenta como un acto de solidaridad.
Mientras el nuevo presidente estadunidense presta sermón, nosotros celebraremos nuestra convicción colectiva de que los derechos de las mujeres son derechos humanos, dijo Tanja Gohlert, una de los organizadores del evento.
La política de sexismo e intolerancia no está limitada a los Estados Unidos. La elección de Donald Trump es un síntoma de una aflicción global, añadió Emma Woodford, co-organizadora.
En la página Facebook del evento, 2,800 personas confirmaron participación y otras 17,000 se dijeron interesadas.
Trump es acusado por parte de la opinión pública de referirse a las mujeres de manera irrespectuosa y misógina.
Los participantes están invitados a encender una vela en la Plaza de la Moneda, en el centro de Bruselas, y a entonar la canción Imagine, de John Lennon, en compañía de un coral local.
Filipinas
Según AFP, cientos de filipinos se congregaron el viernes frente a la embajada de Estados Unidos, en Manila, para manifestar su oposición a Donald Trump, a pocas horas de su investidura, acusándolo de sexismo, racismo y xenofobia.
«Dump Trump» («Tiren a Trump»), gritaban los manifestantes, en su mayoría de izquierdas, que también expresaron su preocupación por la suerte que correrán sus millones de compatriotas que viven en Estados Unidos.
«Es horroroso pensar que un presunto depredador sexual, un racista, sexista y un evidente xenófobo asumirá la presidencia del mayor país capitalista del mundo», declaró a la AFP Joms Salvador, secretaria general de la organización feminista Gabriela.
«La presidencia de Trump amenaza décadas de lucha de las mujeres por sus derechos», advirtió.
Unas 300 personas se congregaron cerca de la embajada, algunos de ellos llevando pancartas donde se podía leer: «Trump, basura».
Varios manifestantes lanzaron simbólicamente a la basura fotos del magnate inmobiliario.
Noticia en desarrollo…
Con información de AFP, AP y Notimex