Ciudad de México. La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) llevó a cabo visita de inspección al Zoológico de Chapultepec, donde recabó información para integrar a la investigación que se inició para conocer la causa de muerte del ejemplar de gorila Bantú.
Los inspectores federales solicitaron a la dirección del zoológico el historial clínico, el protocolo de manejo y el reporte de necropsia del ejemplar de gorila de tierras bajas, además de entrevistar a cada uno de las personas involucradas en la preparación y aplicación del manejo del gorila que sería trasladado.
Todos los elementos recabados serán integrados y analizados en su conjunto, para determinar si la muerte fue causada por una negligencia médica o error humano en la aplicación del protocolo.
Un elemento relevante es el análisis de sangre e histopatología, para lo cual la dependencia federal ordenó que las muestras sean procesadas en tres laboratorios de patología distintos: el del zoológico de Chapultepec, el de la Facultad de Medicina Veterinaria de la UNAM y el del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica).
Entre los hallazgos de la inspección se encontró que al ejemplar le fueron aplicadas dos dosis de anestésico, una de 3.15 ml y otra de 1.5 ml, ambas dosis aplicadas por vía intramuscular y compuesta de tiletaminazolacepam, ketamina y medetomidina.
Una vez sedado Bantú, se le realizó el examen físico general y la toma de muestras, durante aproximadamente 40 minutos, para posteriormente colocarlo en el cajón de transporte donde se le suministró el antagónico del sedante, consistente en una dosis de 3 ml. de atipamezol.
Desafortunadamente Bantu no logró su recuperación y se presentó el paro cardio-respiratorio, por lo que se aplicaron los procedimientos de emergencia, sin poder revertirse el cuadro y registrar su muerte a las 22:00 horas del miércoles 6 de julio.
Como antecedente, en el año 2010 el zoológico de Chapultepec realizó contención química a Bantú, empleando tiletaminazolacepam y ketamina, dos de los tres fármacos empleados en esta ocasión en que murió.
Ante este hecho lamentable, corresponde a la Profepa allegarse de manera objetiva de todos los elementos y realizar el análisis de los mismos, para determinar si el personal que llevó a cabo el manejo del gorila, realizó actos no apropiados o no se tuvo la diligencia requerida, para efectuarlo bajo condiciones que evitaran o disminuyeran la tensión, sufrimiento, traumatismo y dolor del ejemplar.
En aproximadamente un mes se contará con los resultados de los laboratorios de patología y se determinará si el zoológico actuó con negligencia, dio a conocer la Procuraduría en un comunicado.
Bantú el gorila occidental de tierras bajas, de 220 kilogramos, nació en el zoológico de Chapultepec en 1991, y antes de su traslado se había informado que gozaba de un perfecto estado de salud, por lo cual sería enviado al zoológico de Guadalajara buscando su acoplamiento con las dos hembras de gorila albergadas ahí, con el fin de lograr su reproducción.
El gorila occidental o de tierras bajas es una especie catalogada en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza como en Peligro Crítico, toda vez que ha sido blanco de cazadores furtivos, su comercio no está permitido y su traslado solo puede realizarse con fines de investigación científica o de educación ambiental.
Por La Jornada