En la actualidad mucha población está expuesta al estrés tanto físico como laboral que de no controlarse puede provocar una parálisis facial al afectar el nervio periférico o el que se encuentra en el cerebro.
Una parálisis facial ocurre cuando una persona ya no es capaz de mover algunos o ninguno de los músculos en un lado del rostro, debido al daño en el área del cerebro que envía señales a los músculos de la cara, dio a conocer el supervisor médico del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Jaime Antonio Valdiviezo Velásquez.
Este padecimiento también se puede presentar en los recién nacidos por traumatismo durante el nacimiento, algún tumor cerebral que se desarrolla generalmente de manera lenta, después de una infección de las vías respiratorias por la exposición al frío intenso.
Otros de los riesgos para padecer una parálisis también son las infecciones por VIH, en el oído medio, pulmones, hígado, ojos, piel y otros tejidos, así como por inflamación en los ganglios linfáticos, por la infección bacteriana que se disemina a través de la picadura de uno o varios tipos de garrapatas.
Recomendó que si siente la cara rígida y jalada hacia un lado, hay dificultad para cerrar el ojo y resequedad, problemas para podar comer, beber, pérdida del gusto, el alimento se sale por un lado de la boca, problemas para sonreír, disminución en la percepción del sonido, dolor de cabeza y debilidad de los músculos del área afectada, puede estar pasando una parálisis facial, por lo que es urgente acudir con su médico familiar.
Indicó que se diagnosticar simplemente por la historia clínica, realizar un examen físico completo o en caso de sospecha de tumor cerebral se debe realizar una tomografía de la cabeza.
Resaltó que normalmente no se necesita ningún tratamiento, ya que los síntomas a menudo empiezan a mejorar inmediatamente, en otros casos pueden pasar semanas o incluso meses para que los músculos se fortalezcan, continuando la falta de sentido en el gusto.
Los ejercicios faciales al momento de sentirse en esta condición ayudan a recuperarse más rápido porque se interrumpe el avance del padecimiento, pero sobre todo evitando todo tipo de estrés.