Agencias
Tapachula Dos mujeres se suturaron los labios para exigir la libertad de sus familiares presos en Chiapas.
Con el acto, Noemí Bravo Reyes y Martha Lidia Castillo Barredo iniciaron una huelga de hambre indefinida.
La primera de ellas exige la liberta de su esposo Hernán Orozco Morales; y de sus hermanos Franco, Rosario y Francisco Bravo Reyes, acusados de diversos delitos.
La segunda demanda la libertad de sus padres Bernabé Castillo Martínez y Magdalena Barredo García, acusados de robo y transporte de droga.
De acuerdo con las manifestantes, sus familiares fueron detenidos injustificadamente y en las cárceles estatales y federales en las que han estado presos han sido víctimas de abusos, malos tratos y tortura.
Luis García Villagran, del Centro de Dignificación Humana, aseguró que han documentado el caso de 13 personas cuyos procesos han estado plagados de irregularidades.
Algunos de ellos padecen VIH en fase terminal por lo que, exigen los inconformes, deberían ser puestos en libertad ya que en los penales no se les ha brindado el tratamiento adecuado.
Otros, expuso el activista en un documento, son «chivos expiatorios», acusados de delitos que no cometieron.