Mattis visita Afganistán tras ataque talibán
Kabul. El secretario de Defensa estadunidense, Jim Mattis, llegó a Afganistán el lunes en una visita sorpresa, confirmó un funcionario de Defensa estadunidense, horas después de que su homólogo afgano dimitiera a raíz de un mortífero ataque de los talibanes contra una base militar.
En su primera visita a Afganistán como jefe del Pentágono, Mattis preveía reunirse con las autoridades afganas, incluyendo al presidente Ashraf Ghani, menos de dos semanas después de que Estados Unidos disparara la bomba más potente de su arsenal convencional contra posiciones del grupo yihadista Estado Islámico en el este del país. Su visita coincide con las dimisiones del ministro de Defensa, Abdullah Habibi, y del Estado Mayor del ejército, el general Qadam Shah Shahim.
Las renuncias, comunicadas en un breve texto del palacio presidencial, se produjeron tras la lluvia de críticas contra el gobierno a raíz del asalto de los talibanes contra una base militar cercana a la ciudad de Mazar-e-Sharif el viernes. Diez hombres de uniforme y fuertemente armados entraron en la base en tanques y abrieron fuego contra los soldados, reunidos en la mezquita o el refectorio, desarmados. Se cree que es el ataque más mortífero jamás perpetrado por los talibanes contra una base militar.
Sigue sin conocerse el balance preciso de muertos en el asalto, pero oscilaría entre los 130 y los 160 fallecidos según balances no oficiales pero concordantes.
Dimiten el ministro de Defensa y el jefe del Estado mayor de Afganistán
El ministro de Defensa y el jefe del Estado mayor de Afganistán presentaron este lunes su dimisión, anunció la presidencia, dos días después de un ataque talibán que dejó más de 130 muertos en una base militar en el norte del país.
«El presidente Ashraf Ghani aceptó la renuncia del ministro de Defensa y del jefe del Estado mayor», señaló la oficina de la presidencia en un comunicado.
Los afganos habían pedido la dimisión del ministro Abdulá Habibi y del jefe del Estado Mayor, Qadam Shah Shaheem, tras el asalto en una base militar de Mazar-e-Sharif (norte) el viernes. Se cree que es el ataque más mortífero jamás perpetrado por los talibanes contra una base militar. Diez hombres de uniforme y fuertemente armados entraron en una base del ejército en tanques y abrieron fuego contra los soldados de la base, reunidos en la mezquita o el refectorio, desarmados. Sigue sin conocerse el balance preciso de muertos en el asalto, pero oscilaría entre los 130 y los 160 fallecidos según balances no oficiales pero concordantes.
Por La Jornada