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Que más pue… de Carlos Rafael Coutiño Camacho: la mayoría de candidatos tienen nimiedad

Que más pue… de Carlos Rafael Coutiño Camacho: la mayoría de candidatos tienen nimiedad

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Carlos Rafael Coutiño Camacho/Trascender Online Opinión

 No son ni siquiera promesas, son palabras llenas de nimiedad, tonterías que salen de la imaginación de aspirantes a ocupar un cargo de elección, todo sea por un voto que los lleve a estar en el cargo, sin que esto realmente beneficie a la colectividad.

         Hoy escuchamos desde Meade, hasta Obrador y en el caso de Chiapas, a los candidatos de Tuxtla; decir todo y no decir nada; lo único que hay que reconocer en Penagos, Rojas, y el resto que tienen una gran habilidad para ser lo que son, en síntesis, nada; lo demuestran con su decir constante, es lo mismo y a la vez no dice absolutamente nada.

         Hay un libro que cita a la oratoria vacua, es decir vacía, hoy los candidatos van suben a un escenario y la gente aplaude por diversos motivos, que va por que ya les pagaron, porque les van a dar algo o porque así lo hacen otros.

         Pero cuando se les pregunta que entendieron, simplemente dicen nada, no saben; porque no está dicho en el lenguaje correcto por un lado y por el otro, porque en verdad no dijeron más que un discurso vacuo.

         En la universidad leí a Adolfo Martín, quien era un ministro; en su alocución según el libro; llegaba a durar al puro estilo de Fidel Castro 10 horas, al final, ni siquiera sabían que había dicho, por más atención que pusieran.

         Lo mismo ocurre aquí, esas manifestaciones son solo para enseñar que hay quienes votarán por el candidato, pero no porque sea un interés real, porque convenza, porque sea el idóneo, aquí es la muestra no solo de la ignorancia del pueblo en no comprender y exigir a un aspirante saber expresarse, sino también del estado neófito del candidato.

         Es por ello, que lo único que viene, es que Chiapas, siga estando igual o peor; pues llegan quienes menos deben llegar, llegan con odio, con deseos de saquear, pero nunca de hacer cosas que realmente valen la pena, los que quizá saben, tampoco están deseosos de participar, que es otro problema.

         Al pueblo le hace falta leer y luego saber comprender, es ahí donde el magisterio debería hacer su verdadero apostolado; las manifestaciones son excelentes, no bajar la mirada sino luchar; pero también hay que saber hacerlo con estilo, dando un revés al gobierno en su praxis de mala enseñanza.

         Las iglesias de igual forma empezar a cambiar la mentalidad del pueblo, creo que Dios ve a sus pastores y maestros que confunden en camino, me atrevo a mencionar al gran creador, porque la verdad está el cambio en sus pastores y maestros, la obligación de transformar y no de luchar solo por ellos en sus acciones personales ni económicas ni gremiales.

         Para salir adelante, tendríamos que tener una educación real, cuando eso suceda, entonces las cosas cambiarán, mientras seguiremos igual o peor que ahora; urge pues transformar con acciones, pero que salgan de palabras correctas y no improvisadas de candidatos mal hechos.

         Los siguientes 6 años en Chiapas, será de profunda tristeza, volverá la amenaza de la guerra, la presencia de muertes, secuestros, feminicidios, infanticidios, violencia intrafamiliar, falta de medicamentos y paros de maestros, en realidad nada cambiará en el estado.

         En el caso de los municipios, igualmente, crecerá solamente los problemas, porque ya la delincuencia se ha dado cuenta que llegan con visión de saquear y ofrecen involucrarlos con dinero a fin de que se deje “trabajar” para el mal desarrollo del pueblo y a cambio de delitos provocados por la delincuencia organizada.

 

 

·          El testimonio de nuestra realidad, a medio año del este 2018; es claro que se tiene que hacer una revaloración de lo que se ha hecho como ciudadano, como persona, como parte de una familia; de nada sirve decir que el gobierno cumpla, que los maestros regresen, que haya esto o el otro, si uno como cabeza o parte de la familia no hace nada desde el hogar.

Vemos ahora en temporada de lluvia, como se tira basura, las calles en mal estado, todo lo que podemos observar, al final es culpa de uno y de todos, preocupa ver como la gente en el caso de Tuxtla, no protestó para que tuvieran un presidente municipal, por el contrario, se quedó en silencio, un pueblo callado y abatido por su desdén.

Pero no solo es la capital, hay voces que dicen que, aunque el gobierno sea malo, hay que obedecer, esa idiosincrasia es absurda, pero es la forma de como se nos ha enseñado a vivir, como estamos acostumbrado ya de lo malo, tal como se expresa en Chiapa de Corzo, ya estamos “mal amansados”.

 Nuestra realidad, está en cada uno de nosotros, en cada expresión, en cada acción, lamentablemente nada se puede hacer si no se quiere; si todos se dieran a la tarea de sacar su yo real; este Chiapas sería otro, me refiero a que tendríamos gobernantes que fueran excelentes administradores, como todos serían convertidos en políticos, en el contexto real de la palabra porque eso significa, trabajar por lo demás.

Cierro diciendo que mientras el pueblo siga creyendo que vive bien en su pobreza intelectual, que otros son los que los tienen que gobernar, no habrá una metamorfosis social.

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