Más del 40% de los solteros menores de 34 años en Japón son vírgenes
Tokio, Japón.- Más del 40% de los solteros menores de 34 años en Japón son vírgenes y siete de cada diez hombres no casados de esta edad no han tenido aún ninguna relación con mujeres, según una encuesta demográfica del gobierno nipón.
El Instituto Nacional de la Población y la Seguridad Social realizó este sondeo sobre una muestra de 5 mil personas solteras de entre 18 y 35 años de edad, a las que se les preguntó sobre su vida íntima en el marco de estudios gubernamentales, cuya causa son la inquietud provocada por el bajísimo índice de natalidad y el envejecimiento progresivo de la población japonesa.
Entre los entrevistados, 42% de los hombres y 44% de las mujeres admitieron no haber tenido nunca relaciones sexuales.
La encuesta, realizada en junio de 2015 y difundida muy recientemente, demuestra que el número de personas que se mantienen castas aumenta en Japón. Un estudio similar realizado en 2005 revelaba que un tercio de los jóvenes solteros lo eran entonces ya fuera por opción personal u otras razones.
El estudio de 2015 también revela que siete hombres de cada diez y seis mujeres de cada diez incluidos en la muestra afirman no haber tenido jamás una relación amorosa.
Un sondeo efectuado en 2010 por la misma institución arrojaba que el 68% de los jóvenes de entre 18 y 19 años eran vírgenes, en tanto un estudio realizado ese mismo año en Europa por iniciativa del fabricante de preservativos Durex revelaba una tasa mucho menor entre los chicos y chicas de entre 15 y 20 años. Por ejemplo, en Alemania sólo el 20% de los menores de 20 años no habían tenido aún relaciones sexuales, y en un país socialmente más conservador como Turquía, este índice era del 37%.
Esta, al menos en apariencia, baja actividad amorosa parece contradictoria con la imagen que puede llevarse un visitante extranjero sobre la actitud de los japoneses respecto al sexo, dado que las imágenes de mujeres desnudas son omnipresentes en los mangas, revistas o carteles publicitarios, así como prolifera la pornografía.
Por Zócalo