El Estado/Agencia
Aunque no lo parezca, la dependencia al teléfono celular deja vulnerable a todas las personas que lo utilizan, pues con el uso se convierte en un vector de infecciones que de manera silenciosa perjudica principalmente a niños y personas adultas mayores, dio a conocer el médico general y colposcopia, Abraham Velázquez.
Al ser un aparato que se estaciona en cualquier lado, este adquiere gérmenes como bacterias, parásitos, hongos, entre otros, mismos que al estar en contacto directo con el ser humano, puede provocarles enfermedades graves como infecciones gastrointestinales, infección en vías respiratorias (altas o bajas), e infección en la piel, entre otros padecimientos.
Es uno de los principales vectores de enfermedades, porque el celular al estar en contacto con nuestras manos hay que recordar que siempre lo dejamos en cualquier lado para cargarlo, o el baño, el fregadero, por lo que siempre va a estar en contacto con otros gérmenes, lo que representa un peligro para la salud, dijo.
Al introducir un teléfono al baño, expuso que de nada sirve lavarse las manos, toda vez que el aparato adquiere los gérmenes. Además, agregó que son portadores de fluidos humanos como Sangre, Saliva y sudor, restos fecales y orina, por ello que ser portador de un móvil representa una gran responsabilidad.
Es muy poco estudiado porque es algo que es tan habitual para nosotros; nosotros en la piel y nuestro organismo tenemos microbiotas, bacterias o paracitos o hongos que son especiales para nuestro cuerpo, sin ellos no podemos vivir estas microbiotas las tiene también un celular porque está en contacto directo con cualquier lugar y con las personas, sin embargo, esas microbiotas son distintas a la un cuerpo humano y nos pueden causar un padecimiento, señaló.
Por esta razón, recomendó a la población a ser más cuidadoso con este aparato, y aunque se ha vuelto el medio de comunicación más importante para el ser humano, aconsejó a las personas a tratar de evitar meterlo al baño y a realizarle constantes limpiezas con antisépticos, que, aunque no eliminara el riesgo al 100 por ciento, sí disminuirá el peligro.