Con el objetivo primordial de proteger y garantizar la salud de los tuxtlecos, el presidente municipal de Tuxtla Gutiérrez, Fernando Castellanos Cal y Mayor, dio el banderazo a la destrucción de más de seis mil botellas de alcohol, con lo que se evitará que sean usadas nuevamente para producir o procesar bebidas adulteradas.
Durante la destrucción de los envases, el mandatario capitalino destacó que después de cuatro años se retoma esta iniciativa, en coordinación con la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac), así como con la Asociación de Bares y Cantinas de Tuxtla Gutiérrez, entre otras agrupaciones, a quienes refrendó su compromiso de continuar trabajando, de la mano, para erradicar esta problemática.
Asimismo, agradeció al secretario de Salud Municipal, Ranulfo Chávez Lemus; al director de Verificaciones y Clausuras, Marco Antonio Coello Gordillo, y a cada uno de los que impulsan esta operación, pues ante todo, dijo, lo primero es la salud de los tuxtlecos.
Por su parte, Chávez Lemus explicó que a nivel nacional el 43 por ciento del alcohol es adulterado, equivalente a 12 albercas olímpicas y el daño que ocasiona en los seres humanos es irreversible, ya que daña la capa de los nervios y puede ocasionar, principalmente, ceguera inmediata.
Luego de que el presidente municipal dio el banderazo de salida, una máquina pesada, de las denominadas orugas, pasó por encima de los pilares de botellas vacías.