Las equivocaciones del Secretario de Salud en Chiapas
Walter Rincón Rovelo/Trascender Online Opinión
El Secretario de Salud en Chiapas, Francisco Ortega Farrera carece de olfato político, es excesivamente aprensivo y de mecha corta, singularidades que lo están llevando a cometer equivocaciones agonizantes, que tarde o que temprano lo obligarán a presentar su renuncia al cargo, para que alguien con más madurez y sensibilidad atienda el grave problema por el que atraviesa la institución de salud, que dicho sea de paso está creciendo como una bola de nieve al grado que ya fue tema en el Congreso de la Unión y pronto la Auditoría Superior de la Federación intervendrá para conocer el uso y destino de los montos millonarios que a decir del diputado federal por el Partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), Guillermo Rafael Santiago Rodríguez tan sólo en el año 2015 no aparecen 764 millones 408 mil 550 pesos.
Evidentemente la realidad que sostiene el funcionario estatal es abismalmente distinta a lo que en verdad sucede en su secretaría; su poca tolerancia a los reclamos lo ha llevado a confrontarse, primero, con el propio personal del sector salud por exigir una explicación clara, documentada y contundente de cuál fue el destino de los 134 millones 203 mil 933 pesos por concepto de sus fondos de ahorros. Lejos de privilegiar el diálogo, Ortega Farrera ha instruido a la dirección jurídica de la Secretaría de Salud iniciar una cacería de brujas en contra de los revoltosos, despidiéndolos con el argumento de que es parte del plan de austeridad que el gobierno de Chiapas está implementado para hacer frente al recorte presupuestal de más de 5 mil millones de pesos que la federación anunció para la entidad. Sin embargo, el argumento esgrimido para correr a los trabajadores es mañoso, confuso y mentiroso, se cae por su propio peso. La partida presupuestal asignada al Instituto de Salud en el Presupuesto de Egresos del Estado de Chiapas para el Ejercicio Fiscal 2017, es de 4 mil 611 millones 752 mil 735 pesos con 90 centavos, es decir aumentó su presupuesto en 287 millones 358 mil 513 pesos con 55 centavos con relación al presupuesto de 2016 que fue de 4,324394,221.45. A esto habría que aclarar que el año 2016 no había plan de austeridad, y por si fuera poco, el Instituto de Salud junto con nueve dependencias más concentran el 55% del presupuesto de este año.
También, los empresarios chiapanecos aglutinados en la organización (ECHO) han sido martirizados por Francisco Ortega, quien no les perdona ni les perdonará la cobranza pública que le hicieron en repetidas ocasiones al gobernador Manuel Velasco Coello como consecuencia de la escasa capacidad del funcionario público, de escuchar, dialogar, ser tolerante, atender y cumplirle a la gente, que son postulados y sello del actual gobierno. A estos empresarios sí les fue mal, porque no conforme con negarles el pago de sus facturas se les inventó un delito para encarcelar a los líderes en el penal de El Amate y a la vez enviar un mensaje intimidatorio al resto de los empresarios. Antes de que se cometiera esta salvajada en contra del grupo ECHO, Ortega Farrera quiso jugar al listo al utilizar las redes sociales para filtrar facturas infladas, con sobreprecios, con el ánimo de desprestigiar el movimiento de los empresarios, pero parece ser que las cuentas le salieron mal, porque lo único que provocó fue evidenciar lo que muchos ya saben, que existe una relación perversa entre los funcionarios y proveedores para sacarle raja el presupuesto, cobrando el famoso diezmo. Es importante señalar que hasta el momento, el rasero de la justicia no ha sido parejo, pues el secretario de Salud no ha presentado las denuncias penales correspondientes en contra de los funcionarios que provocaron un quebranto a los recursos de la institución por aceptar y ser cómplices en estas facturas infladas.
A menos de dos años de concluir la presente administración estatal bien haría el joven gobernador ajustar su gabinete para intentar cerrar con dignidad, pero sobre todo con transparencia, haciéndose de funcionarios que le ayuden a dar un cambio de timón en beneficio de los chiapanecos y deshaciéndose de aquellos que en vez de solución le dan problemas. En fin.