La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) advirtió irregularidades en protocolos de anestesia, necropsia y traslado de Bantú al Zoológico de Guadalajara.
En entrevista con el universal, el subprocurador de Recursos Naturales de la Profepa, Ignacio Millán, aseguró que se investigan los fármacos contenidos en la segunda dosis que se utilizaron para anestesiarlo.
El protocolo que ellos presentaron habla de una dosis inicial, de fármacos iniciales. Lo que argumentan es que el animal todavía tenía reflejos, entonces decidieron, con los médicos, aplicarle otra dosis de otro tipo de medicamentos. El estudio patológico es lo que nos va a definir si alguna de estas dosis alteró el funcionamiento correcto del organismo y haya sido el precursor de la defunción de este gorila, aseguró el subprocurador.
Sobre las fotografías que dio a conocer este medio donde se aprecia que el cádaver de Bantú fue destazado y degollado durante la necropsia, Millán aseguró que no existe un protocolo real para llevarla a cabo. No obstante, destacó: Nosotros jamás, en toda la historia de la institución, hemos observado que a un ejemplar que fallece dentro de un zoológico se le haya dado este tratamiento.
Relató que cuando los inspectores de la Profepa llegaron a Chapultepec, el pasado jueves por la mañana, el cuerpo ya estaba segmentado y los restos apilados en bolsas.
Para confirmar que el animal estaba completo, los inspectores pidieron que mostraran el cadáver.
De acuerdo con Millán, las autoridades del Gobierno capitalino justificaron que el desmembramiento del cadáver fue para que el animal cupiera en el horno de incineración: Se me hace una posición muy ligera.
La otra justificación fue que embolsaron las partes del animal conforme a la norma mexicana NOM-087, que hace referencia al manejo de residuos peligrosos biológico-infecciosos. Dijo que en las bolsas amarillas se separan los residuos biológicos como los tejidos del animal.
Ignacio Millán aseguró también que hubo irregularidades en el traslado del gorila a Guadalajara.
La Profepa, expuso, sabía que lo trasladarían la mañana del jueves 7 de julio y no la noche del miércoles 6 de julio, cuando falleció Bantú: Nuestra supervisión iba a ser de mañana. Jamás nos notificaron que iban a iniciar los trabajos en la noche. Nosotros preguntamos en la mañana [del jueves] y como no había una respuesta, decidimos enviar una visita de inspección. Cuando los inspectores llegaron al zoológico es cuando en las redes se dio a conocer el fallecimiento del gorila.
El cadáver, informó, está a cargo del Zoológico de Chapultepec, pero lo resguardan inspectores de la Profepa para evitar el tráfico del mismo.
Comentó que las muestras están siendo verificadas por la UNAM, por el propio Zoológico de Chapultepec y la Profepa, que envió muestras a los laboratorios del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), para realizar los análisis toxicológicos e hispatológicos, y enviaron otras más al Fish and Wildlife Service, en Estados Unidos, para darle más transparencia a la investigación.
De fincar responsabilidades, puede haber sanciones que van de los 50 días a 50 mil días de salario mínimo, e inclusive privación de la libertad.
Estamos en la línea de establecer las responsabilidades, puede darse una negligencia médica en la muerte del gorila Bantú, reiteró.
En tanto, Patricia Mercado, secretaria de Gobierno, afirmó que en este caso se llegará hasta las últimas consecuencias y habrá sanciones.
La secretaria de Medio Ambiente, Tanya Müller, defendió el trato que se dio a los restos del gorila durante la necropsia, fue en apego a protocolos nacionales e internacionales.
Por El Universal