Agencias
El próximo viernes 12 de febrero se entregará el altar desde donde oficiará la Santa Misa Indígena el papa Francisco en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, el 15 de febrero.
El altar contempla simbología indígena representativa de los pueblos de Chiapas que significa la espiritualidad religiosa por la que se rigen en usos y costumbres.
Felipe Arizmendi Esquivel, Obispo de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, dijo que «la visita del papa tiene que traer vida, el papa no viene ni por turismo ni por otros motivos, viene para traer vida y lo queremos simbolizar con todo ello».
Los trabajos para edificar el altar papal comenzaron desde hace 20 días, tienen un avance del 80 por ciento; será la réplica de la catedral de San Cristóbal, símbolo secular en la evangelización católica en la región indígena de Chiapas.
El altar papal estará asentado sobre una réplica de las escalinatas de la pirámide de Palenque, representada en las gradas que ascenderán desde la tierra hasta el altar.
En la parte baja se evocarán las cascadas de Agua Azul como representación con la armonía de la naturaleza y los pueblos indígenas.
«Dios ha bendecido a Chiapas con una ecología extraordinaria y que tenemos que cuidarla, la simbolizamos en todo lo que estamos preparando en este altar», dijo el Obispo Felipe Arizmendi Esquivel.
En el centro del altar será colocado un Cristo negro en honor a San Esquipulas, también tendrá adornos de palomas, jaguares, gallos y gallinas que elaboraron mujeres tseltales.
En la construcción del altar participan cerca de 150 personas que trabajan entre 12 y 14 horas diarias.
Eduardo Castañeda, encargado de la edificación del altar, explicó que la obra «tiene una dimensión de 90 metros de ancho, 30 de profundidad y una altura de 20 metros. Más o menos estamos hablando de 200 toneladas con todos los elementos arriba».
En la sede de la Santa Misa se instalarán dos pantallas gigantes para los más de 90 mil asistentes.