El Estado/Agencia
El magistrado presidente de la Sala Regional Xalapa del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Adín Antonio de León Gálvez, sostuvo que en 2018 se llevarán a cabo los comicios más históricos y complicados en la historia de nuestro país
En su conferencia magistral Los Retos de la Justicia Electoral de Cara al 2018, llevada a cabo en la Sala Manuel Ovilla Mandujano del Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC) de Chiapas, destacó la importante de los órganos electorales a través del tiempo.
Será una elección histórica porque se llevarán a cabo comicios en 30 entidades federativas, además se renovará el Poder Ejecutivo. También el Senado de la República, Cámara de Diputados. A su vez se llevarán a cabo en los estados 2068 cargos en las entidades federativas, 598 diputaciones, entre otros puestos de elección.
Dijo que la labor no será nada sencilla porque habrá mayor coordinación con los OPLE tal como lo hubo en 2015 cuando se instalaron un total de 42,238 casillas en 2015, lo que agregó fue motivo de orgullo para todos aquellos que participaron de una manera u otra en esos comicios.
Una de las bases para dar legitimidad a las autoridades es la certeza con estricto apego a las normas constitucionales. A partir de la reforma de 1990 1991. Hoy en día la función legitimadora tiene su máxima expresión. Hoy en día no hay acto que escape de la justicia electoral, puntualizó el magistrado presidente de la Sala Regional.
Añadió que una autoridad que llegue con niveles bajos de legitimidad no podrá generar gobernabilidad, porque la legitimidad genera gobernabilidad y el ciudadano podrá sentirse bien representado si demuestra que llegó por la vía correcta, la del voto.
Recordó que las elecciones de 1988 fueron trascendentales porque por primera vez un candidato de oposición tuvo la oportunidad de ganar una elección presidencial, mientras que en 1994 generó mayor participación ciudadana.
Sin embargo, aseveró que en 2018 las opiniones están muy divididas respecto a los candidatos e incluso los partidos políticos son más participativos a la hora de reclamar sus derechos, así como lo ha hecho la ciudadanía con los político-electorales.