El Estado/Agencia
Marimba, música, orgullo, ejemplo, motivación, alegría, distinción y legado son tan sólo algunas de las palabras que engloba el apellido Nandayapa, el cual ha puesto en lo alto al estado de Chiapas gracias a la construcción y ejecución de la marimba.
Varias generaciones ya desde que hace un siglo don Norberto Nandayapa comenzó con el negocio del taller de la familia, ubicado en el pueblo mágico de Chiapa de Corzo, Chiapas, ubicado a unos cuantos kilómetros de la capital del estado.
La construcción de la marimba fue la insignia de la familia, que fue pasando conocimiento a los hijos, a los nietos, bisnietos y tataranietos hasta llegar a la fecha a la sexta generación, misma que aún continúa tanto con la construcción como con la ejecución magistral de este instrumento, característico de Chiapa de Corzo y de todo Chiapas.
En una entrevista exclusiva otorgada a la Agencia Multimedios El Estado, Carlos Nandayapa Vargas, nieto de don Norberto explicó que el cumplir 100 años del legado familiar es algo sumamente especial para la familia, toda vez que es un orgullo elaborar marimbas, su mayor pasión, su modo de vida, sustento y felicidad.
Recordó que hace 100 años su abuelo le transmitió a su padre, don Alejandrino, los conocimientos de elaboración y de ejecución de este instrumento hecho de madera, mejor conocida como las maderas que cantan, que se toca con los bolillos para una mayor sonoridad.
Su padre tuvo 5 hijos, entre ellos él, de los cuales cuatro fueron hombres y todos ellos participan activamente en la elaboración de marimbas, justo en el taller ubicado en la calle Independencia, a unos cuantos metros del río Grijalva, mejor conocido como río Grande por los chiapacorceños.
Actualmente tienen muchas participaciones en varios eventos organizados en Chiapas y en varias partes de la República, aunque don Carlos comentó que también han tenido la oportunidad de ejecutar la marimba en otros países, poniendo en alto al estado y por supuesto a la familia, ya que como bien se sabe uno de los máximos representantes de la ejecución de este instrumento a nivel mundial fue don Zeferino Nandayapa.
Todo esto crea un gran compromiso, porque al menos mis hermanos y yo llevamos 22 años a cargo del taller en esta tercera generación y con muy buenos resultados, incluso ya hay seis generaciones de familia musical Nandayapa, reconoció.