El Estado/Agencia
Las calles de Tuxtla Gutiérrez se volvieron a bloquear; los peregrinos tomaron la principal avenida para celebrar los 485 años de la aparición de la virgen de Guadalupe en México.
Desde muy temprano los feligreses, descalzos y con la imagen de la morena de Tepeyac, caminaron con devoción para salvar una promesa, agradecer algún milagro o para alguna petición.
Hasta las 18:00 horas de este 12 de diciembre, más de 60 mil personas visitaron la iglesia de Guadalupe, en Tuxtla Gutiérrez y 937 peregrinaciones hicieron lo propio; como cada año, la más numerosa fue la de Villaflores, de acuerdo al reporte de Protección Civil en la ciudad.
Por cansancio o enfermedades de hipertensión arterial algunas personas fueron hospitalizadas. Para este 13 de diciembre se liberarán las vías de comunicación, aunque el operativo Guadalupe-Reyes va a seguir hasta el 2017.
Con cantos, globos y cohetones, los católicos, creyentes y hasta los ajenos a estas celebraciones observaron la caminata de miles de peregrinos. Algunos se apoyaron en otros, el cansancio físico los superó, pero el espiritual continuó.
En esa travesía apareció Herman Velázquez Mendoza de 76 años de edad y peregrino desde hace seis años; una enfermedad que estuvo a punto de arrebatarle la vida lo inspiró para caminar durante tres días, él acompañó a los feligreses de Villaflores.
Aclara que, a pesar de su avanzada edad, no sintió cansancio, el último tramo lo recorrió desde Suchiapa; a los jóvenes les envió un mensaje: que busquen grupos de hermandad para no caer en el alcoholismo o las drogas.
Mi meta está para los 365 días que vienen, manifiesta de cara a las próximas actividades del año entrante. En su pecho porta una biblia con lazos atados a su cuerpo; dos cruces más confirman su Fe; una vestimenta de Cristo-Rey y un pañuelo con la imagen de la guadalupana adornan su vestuario.
El sonido de la sirena auguraba la llegada de los creyentes que, culminaron el recorrido, cuando en su cuerpo caía el agua bendita, el líquido que es arrojado por los párrocos o sacerdotes, los que visten de blanco con bordados de alta costura.
Los peregrinos se van pero volverán como cada 12 de diciembre a Tuxtla Gutiérrez, su Fe seguirá a pesar que Chiapas es el estado menos católico de todo el país, según los censos del INEGI.