Colombia autoriza bombardeos aéreos contra bandas criminales
BOGOTÁ, COLOMBIA. Colombia autorizó el uso de «toda la fuerza del Estado», incluidos los bombardeos aéreos, contra las principales bandas criminales del país, un cambio en la estrategia de seguridad del gobierno, dijo este jueves el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas.
«La Directiva 15 permite la aplicación de toda la fuerza del Estado, sin excepción, a los grupos armados organizados o los grupos que tengan mayor capacidad hostil», dijo tras una sesión especial de la Comisión Segunda del Senado en Apartadó, una convulsionada zona del noroeste del país.
La nueva estrategia de seguridad se aplicará a partir de este jueves contra el Clan Úsuga, Los Pelusos y
Los Puntilleros, las tres principales bandas criminales del país, categorizadas como «grupos armados organizados», por su fuerza, que incluye campamentos, posesión de armas largas y uniformes y presencia en el territorio, según el ministro.
«Esas tres organizaciones a partir de hoy serán perseguidas autónoma o coordinadamente por las fuerzas militares y por la policía», dijo el ministro desde la localidad cercana al golfo de Urabá, zona de influencia del Clan Úsuga, primera banda criminal (bacrim) del país.
El presidente Juan Manuel Santos, embarcado en una cruzada contra las bacrim, dijo en una reciente entrevista que «si la legislación lo permite», las bombardearía para acabar con ellas.
El Clan Úsuga, surgido de disidentes de la desmovilización masiva de paramilitares promovida por el gobierno de Álvaro Uribe entre 2003 y 2006, es acusado de enviar toneladas de cocaína a Centroamérica y Estados Unidos, y desmantelarlo es el principal objetivo dentro de la ofensiva estatal.
En lo que va de año, el gobierno ha capturado o abatido a un millar de miembros de bandas de crimen organizado, según datos oficiales.
El conflicto interno colombiano, iniciado como una sublevación campesina en 1964, ha involucrado a guerrillas, paramilitares y agentes del Estado, con un saldo de 260 mil muertos, 45 mil desaparecidos y 6.8 millones de desplazados.
Por El Informador