Karla Solís/Trascender Online Noticias
TAPACHULA, CHIS.- El café de Chiapas sigue conquistando los paladares más exigentes en todo el mundo, quizá porque en las tierras donde se cultiva de manera tradicional sin uso de agroquímicos, el campesino no solo pone el corazón al momento de sembrar una planta, sino que también entrega su vida por completo a los cuidados de la misma.
Uno de cada cinco costales de café chiapaneco es orgánico, lo que le da una gran ventaja competitiva en los mercados internacionales. En Chiapas una de las regiones con mayor producción del aromático cien por ciento orgánico es el soconusco.
Indalecio Flores Bahamaca es productor de café del ejido Felipe Carrillo Puerto del municipio de Tapachula y nos cuenta parte del proceso que debe tener el café, desde que es sembrado por primera vez, hasta la recolección de sus granos, el despulpe, secado y finalmente su comercialización, pero también reconoce que en esta bendita tierra donde se cultiva el aromático grano de forma orgánica, existen lugares hermosos que muchos no conocen y que deberían voltear a ver.
Generalmente a los tres años de haber sembrado una planta de café empezamos a ver sus ensayos, es decir su primera producción sin embargo esta será mejor al cuarto año cuando le denomínanos que es productiva. Todo ello requiere de sus labores culturales para que tenga excelente rendimiento, expresó.
Detalló, que los procesos de una cafeticultura orgánica requieren de mucho espero por parte del cafeticultor, después de los cortes la pisca, los granos que llaman en Uva pasan un proceso denominado despulpe, para posterior lavar las semillas y poner a secar en un tiempo no mayor a 7 días, para quedar en lo que denominan pergamino, y finalmente comercializar con algunas empresas grandes o desafortunadamente con los coyotes.
Agregó, que muchos pequeños productores de la zona cafetalera de Tapachula se encuentran comprometidos con los trabajos culturales para mejorar la producción pero más aún para que el aromático siga conquistando gente de todo el mundo, misma que se interese por venir a visitar la ruta del café.
Café y Turismo
Chiapas reúne una serie de tesoros milenarios que enmarcan tradiciones en cada rincón del estado y que se impregnan en la piel de sus visitantes al probar lo que para algunos son granos sagrados y para otros de oro; y no por su color, sino por la historia con un arraigo de más de doscientos años que encierra en su aroma.
En el soconusco existen las fincas enclavadas en lugares de exuberante belleza natural que bien vale la pena visitar, para conocer más a fondo del proceso que lleva el disfrutar de una deliciosa taza de café.
La Ruta del Café es una de las experiencias más fascinantes de turismo alternativo en Chiapas que se ubica en la zona alta de Tapachula; El viajero recorre caminos entre la selvática vegetación al encuentro de las fincas Irlanda, Argovia, Hamburgo y La Chiripa que cuentan con instalaciones para la atención de los visitantes. En ellas y sus alrededores pueden practicarse senderismo, observación e identificación de flora y fauna, bicicleta de montaña, paseos a caballo, identificación de los procesos de producción de café y de la floricultura, entre otras gratificantes posibilidades. Las altitudes de las fincas oscilan entre los 600 y 1250 m, con un clima deliciosamente fresco.
La Ruta del Café también permite conocer la cascada de San Francisco, formada por la vertiginosa caída del río Cuilco, en la localidad el Edén, por la carretera pasando por Nueva Alemania. Ahí también se puede apreciar la flora y la fauna autóctonas, así como realizar actividades de senderismo, descenso en ríos, bicicleta de montaña. En temporadas de lluvias se ofrece el servicio de rafting.
De Tapachula también puedes viajar hacia el municipio de Unión Juárez, este que se encuentra enclavado en las faldas del volcán Tacaná y que gracias a la cafeticultura también cuenta con hermosos lugares, como la casa grande, la cascada de Muxbal, el pico de Loro y la zona de reserva del coloso de fuego de la frontera sur, donde habita especies en peligro de extinción el pavón y el quetzal.
La Casa Grande de lo que fue la finca de «Santo Domingo», fue construida en 1920, por el alemán Enrique Braun al comprar la finca a principios del siglo; según la historia popular, Hitler y Eva Braun vivieron en esta casa.
El edificio de madera prefabricada traída de Estados Unidos, cuenta con sótano, ático, planta baja y planta alta. Durante todo el recorrido por la casa, la madera nos da una muestra de su moldeabilidad y dureza; su belleza despierta el encanto de quien la visita invitándolo a viajar por el rumbo del café.
Todos estos atractivos turísticos podrás encontrar donde se produce el mejor café orgánico de Chiapas.