Andrés Manuel López Obrador confirmó que el 14 y 15 de marzo próximos visitará la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para demandar la intervención de la comunidad mundial contra la política migratoria de Estados Unidos.
Al reunirse con integrantes de la comunidad mexicana radicada en esta ciudad, indicó que el presidente Donald Trump ha puesto en marcha una política demagógica y neofascista contra México, similar a la que impulsó Adolfo Hitler contra el pueblo judío.
En auditorio de la preparatoria Benito Juárez, el líder de Morena señaló que más allá de la amenaza retórica de revisión del TLCAN se debe informar a las clases medias estadounidenses que están siendo manipuladas en contra de los migrantes.
Es indispensable recurrir a los buenos sentimientos de los habitantes de esta gran nación, para hacerles ver que ni Estados Unidos ni América son primero, como se proclama en esa consigna nacionalista extrema.
Estados Unidos primero, América primero, no. Lo primero es construir aquí en la tierra el reino de la justicia y de la fraternidad universal. Sin muros, sin fronteras, sin miedos, sin temores, sin discriminación y sin racismo, dijo López Obrador.
Ante 600 personas que llenaron el auditorio de la escuela, expuso que se debe hacer frente a la campaña de odio contra los migrantes y, en particular, contra los mexicanos, desatada por Trump y sus asesores.
Debe desenmascararse a los promotores de sembrar la insidía y la fobia contra los extranjeros, contra los mexicanos. Es indispensable comunicarnos con los trabajadores, las clases medias de Estados Unidos, no se hizo esto en la campaña pasada… aún es tiempo de explicarles, aseguró.
Sin precisar el origen de los recursos para defender a los connacionales, López Obrador presentó un plan de acción que operará de inmediato a partir de la creación de comités ciudadanos que coordinarán el embajador Héctor Vasconcelos, el senador Rabindranath Salazar y el diputado Fidel Calderón.
Estos grupos de acción, detalló, tienen como propósito informar, orientar a paisanos, hacer conciencia en los estadounidenses y agrupar a abogados para defender a los migrantes de México y el mundo.
Explicó que se buscará la unidad con otras organizaciones sociales, cívicas y de migrantes para actuar juntos, puesto que aquí no es sólo el asunto de Morena, no es asunto partidista, es de todas y todos. Debemos de unirnos en defensa de los derechos humanos y contra la discriminación racial.
Dijo que el 14 de marzo visitará en Nueva York al alto comisionado de la ONU para Derechos Humanos, a fin de presentar un escrito con carácter ciudadano por violación a las garantías de los mexicanos.
Agregó que al día siguiente estará en Washington para presentar formalmente una denuncia suscrita por mexicanos, abogados e integrantes de todos los sectores, de todas las clases, pensadores libres, mexicanos y estadounidenses, en la CIDH.
Comentó que se echará a andar una campaña de comunicación en medios tradicionales y redes sociales, y se editará el periódico Regeneración en inglés para repartirlo a la salida de templos religiosos, estadios, fábricas, sindicatos, supermercados, centros comerciales y plazas públicas para concientizar al estadounidense de clase media.
No están solos… nada ni nadie podrá impedir la causa de la justicia y la fraternidad universal. No podrán con la bondad y solidaridad del mismo pueblo de Estados Unidos, indicó.
Demagogia, neofascismo y Hitler. López Obrador afirmó que la campaña del presidente Donald Trump contra los mexicanos y migrantes del mundo tiene un propósito más político que económico y comercial, puesto que busca, mediante el discurso del odio, mantenerse en el poder.
Pero en pocos días, a un mes de que tomó posesión, ha quedado suficientemente demostrado que la estrategia neofascista de culpar a extranjeros de las desgracias de los estadounidenses es un rotundo fracaso.
Tras presentar una serie de cifras que evidencian la complementariedad de las industrias automotrices de México y de Estados Unidos, López Obrador citó la investigación que publicó EL UNIVERSAL, donde se ubica al secretario de Comercio del gobierno de Donald Trump como dueño de ocho fábricas asentadas en México que surten de autopartes a las grandes empresas automotrices estadounidenses.
Por El Universal