Alfarería, tradición que se realiza con las manos sagradas de las mujeres tzeltales
Esteban Moreno/TRASCENDERONLINE
En Chiapas, existe una comunidad en donde las manos de las mujeres tzeltales son consideradas sagradas; se trata de Amatenango del Valle, donde más del 80 por ciento de sus mujeres se dedican a la Alfarería quienes mediante técnicas prehispánicas le dan vida al Barro.
En la elaboración de la Alfarería está prohibida la participación de los hombres asegura doña Albertina López Ramírez, representante de Grupo de Artesanas; Es un trabajo de las mujeres y los hombres deben trabajar en el campo, no es trabajo de hombres las artesanías, es un trabajo de mujeres porque así nos enseñaron los antepasados.
Alberta Díaz, es una artesana que a los 10 años comenzó a elaborar figuras de barro, es una enseñanza que viene de tradición en su familia; ¿Desde hace cuanto tiempo trabaja el Barro?, desde los 10 años, ¿Quien te enseñó a ti?, mi mamá y a ella su mamá; ¿es una tradición de muchos años? Si, de muchos años.
Entre las alfarerías que realizan están las ollas, cántaros, tinajas y macetas en diferentes formas y tamaños así como figuras con formas zoomórficas como el jaguar; todos son pintados a mano.
Todo es hecho a mano, chicos y grandes, los jaguares, las palomas, vamos subiendo base por base, todo es hecho a mano, no tenemos molde ningún torno para cocerlo, todo es quemado al aire libre, amontonado las cosas alrededor la leña como tres horas al fuego, dice Alberta mientras con sus manos termina de pintar un jaguarcillo.
La mayoría de sus trabajos lo venden en un corredor artesanal a orillas de la carretera.
La localidad de Amatenango del Valle está situado en los Altos de Chiapas su población es cerca de cinco mil habitantes, el 53 por ciento son mujeres y su analfabetismo alcanza el 22 por ciento, su escolaridad máxima es de tercer grado de primaria según estadísticas del INEGI.
