A cinco años de su desaparición, familiares de lalito no pierden la esperanza de encontrarlo
El Estado/Agencia
Su casa está lista: globos de colores, sillas, comida, invitados, todo para celebrar su cumpleaños número 11. Todo está listo para recordar su nacimiento, sus primeros pasos, sus bailables de preescolar y su presencia. Todo está listo: una madre, hermanos y hermanas, primos, sólo falta él.
Eduardo Meza Guillén tenía 6 años de edad cuando fue sustraído de su hogar en la colonia Francisco I. Madero. Fue un 21 de enero de 2012 cuando su madre, doña María Alicia Guillén Hernández, salió a espiarlo al patio que daba a la calle, donde jugaba tazos y canicas. Ya no estaba.
Desde ese día, esta mujer no ha descansado. A recorrido el país en la búsqueda del más pequeño de sus hijos, de quien sólo conserva fotografías y su recuerdo. No niega el apoyo de las autoridades estatales y federales, pero sabe que no ha sido suficiente, eso la ha impulsado a recorrer incluso otros países, centroamericanos principalmente.
Cada 21 de marzo ella prepara todo en honor a Lalito, esperando a que cruce la pequeña puerta que tiene por entrada en su actual vivienda en la colonia Las Brisas, en un predio fuera de la capital chiapaneca en el que cuelga una lona con todos sus datos y la fuerte cantidad que a través de su esfuerzo ha gestionado ante las autoridades para poder ofrecer una recompensa a quien dé con el paradero del menor o el/los responsable/es.
La fiesta inicia a las 3:00 de la tarde, aunque para ella es un día muy triste y doloroso, esto es lo más cerca que puede conectarse con su hijo: el recuerdo de cuando vio la luz por primera vez. Su cumpleaños.
Las mesas están preparadas para compartir el pan y la sal con las personas que conocen esta historia y que de una u otra forma acompañan a esta familia. Hay un altar en el que rezarán a Dios para calmar la angustia de la madre incompleta, triste, sin él.
Ya con 50 años de edad no desiste de la búsqueda, no tiene tiempo de pensar en resignarse y su familia lo sabe. Tiene el apoyo de sus otros hijos y de su compañero de vida, quien a pesar de no ser el padre biológico de Lalito, también lo busca incansablemente.
Se han cumplido 5 años de vivir en lo que pareciera una pesadilla, de esas en la que tienes ganas de despertar pero algo te lo impide. Un sueño angustiante que toma fuerza cada noche, así lo describe María Alicia cuando recuerda lo difícil que es que el sol se oculte, porque mientras todos duermen, el temor, la angustia y la desesperación la abrazan tan fuerte que cuando amanece sabe que no ha despertado, que Lalito sigue ausente
Al despertar no sabe si el camino será largo o corto, sólo que tiene que seguir caminando, sospechando fuertemente de una mujer, la misma que rondó la calle cuando el niño fue arrancado cruelmente de su seno familiar.
Las autoridades
El último contacto con las autoridades fue hace un año y medio, ya no hubo más información respecto al caso, lo más reciente es la progresión del retrato de cómo sería actualmente Lalito, pero nada más.
Con esta imagen, doña María volverá a imprimir volantes, lonas, carteles y todo lo que sea necesario para difundir en cada rincón de México. Para ello, tuvo que cambiar su ritmo de vida, abandonó el negocio de mariscos y otros productos que tenía.
En la actualidad cuenta con un local de alimentos a las afueras de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), de esa forma, recauda dinero que complementa con préstamos que hace -a través de negocios financieros que se dedican a eso- para emprender el viaje hacia todos lados.
Mujeres buscando una parte de su ser
Con el pasar de los años, la madre de Lalito se dio cuenta de que no estaba sola y que su caso no era el único, sino que en México hay muchos menores que fueron sustraídos de su hogar, esto, a través de la Red de Madres Buscando a sus Hijos, a la que ingresó no sólo para continuar su búsqueda, sino para ayudar a otras madres.
Hasta hoy dijo- han encontrado a 16 niños vivos, por el contrario, a unas 20 niñas que también fueron sustraídas, pero muertas. Con la Red han logrado obtener los permisos para ingresar a los Semefos (Servicio Médico Forense) de todas las entidades del país. Lalito no ha aparecido en ninguno, por lo que tiene la esperanza de que un día regrese a casa.