Un estudio de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDC, por sus siglas en inglés) y el gobierno mexicano revela que en ocho estados del país se siembran hasta 28 mil hectáreas de amapola al año, lo que lo coloca como el tercer productor a nivel mundial.
El informe México. Monitoreo de cultivos de amapola 2014-2015 detalla que los cultivos están principalmente en la Sierra Madre Occidental, en las entidades de Sinaloa, Chihuahua y Durango, así como en la Sierra Madre Sur, en Guerrero y Oaxaca. Además, se identificó a Michoacán, Jalisco y Nayarit como otros estados donde también se produce la planta.
El documento indica que por medio de fotografías aéreas e imágenes satelitales se detectaron los sembradíos, que pueden llegar a tener un proceso de cuatro meses de duración, desde el momento en que se siembra hasta que se cosecha la planta.
Este reporte presenta la primera estimación nacional oficial de cultivos de amapola en México, resultado del proyecto MEXK54 Sistema de monitoreo de cultivos ilícitos en el territorio mexicano, destaca el documento.
El reporte, que abarca de julio de 2014 a junio de 2015, señala que el resultado no toma en cuenta si los campos de amapola podrían haber sido destruidos después de las observaciones y, por lo tanto, las estimaciones solamente indican el nivel de los cultivos en el momento de la toma de las imágenes satelitales y fotos aéreas.
Afganistán es el primer productor del mundo al concentrar 90% del opio y morfina que se consumen en el orbe. Después le sigue Myanmar y México se encuentra probablemente en el tercero, indicó Antonio Mazzitelli, representante regional de la UNODC.
El organismo reconoce que es necesario llevar a cabo un segundo estudio que permita identificar cuántos kilogramos de goma de opio y morfina se extraen de una hectárea de amapola, conocer cuántas personas intervienen en el proceso, así como las ganancias que se obtienen de este negocio ilícito. El periodo de estudio también incluía un reporte sobre la marihuana; sin embargo, aún se continúa trabajando en el monitoreo y análisis, puesto que el enervante se cultiva a una escala más reducida que la amapola, en lugares más urbanizados como huertos, patios y pequeñas parcelas de tierras o invernaderos.
Miguel Ruiz Cabañas Izquierdo, subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), dijo que es necesario tener respuestas integrales a nivel nacional, regional e internacional, por lo que se instrumentará una estrategia basada en un esfuerzo nacional de erradicación de cultivos ilícitos para evitar que sean sembrados, cosechados y distribuidos.
Por El Universal