La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) donó cuatro águilas reales a la Unidad de Manejo para la Conservación de Vida Silvestre del Heroico Colegio Militar para su rehabilitación y posterior liberación, con lo que se sientan las bases para crear ahí el Centro Nacional del Águila Real.
«Su población se encuentra en peligro de desaparecer en corto o mediano plazo (…) En los últimos meses hemos asegurado ocho ejemplares extraídos ilegalmente de sus nidos en los estados de Chihuahua, Durango y Zacatecas, cuatro de los cuales entregamos a esta unidad de manejo», señaló el titular de la Profepa, Guillermo Haro.
Actualmente se desconoce el número de ejemplares en México, pero se han documentado 50 nidos en estado silvestre; la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) tiene registrados 60 individuos en cautiverio y la Profepa ha asegurado 35 ejemplares en los últimos tres años.
En la ceremonia realizada en la Plaza de Maniobras del colegio, encabezada por los secretarios de la Defensa Nacional, general Salvador Cienfuegos, y de la Semarnat, Rafael Pacchiano, el procurador señaló que las tareas del nuevo centro serán la recepción, valoración y rehabilitación de los ejemplares asegurados o decomisados por la dependencia, así como la identificación de las águilas con potencial para ser liberadas y su canalización a centros de reproducción.
Además se hará cargo de la recepción de productos de éstas aves, como cadáveres, plumas y taxidermias, con el fin de dotar a las etnias o centros de educación e investigación que lo soliciten, para reducir la extracción de estas aves del medio silvestre.
Desde 1994, el águila real se encuentra en la lista de especies en riesgo, bajo la protección de la NOM 059 en la categoría de amenazada, debido a la cacería ilegal, la pérdida de su hábitat, el robo de huevos y la electrificación por torres de alta tensión.
«En México no estamos dispuestos a perder para siempre nuestro símbolo nacional y estoy convencido que con el apoyo de la Secretaría de la Defensa, del Ejército mexicano y de la sociedad civil, podemos hacer muchísimo para recuperar y conservar nuestra especies», dijo Pacchiano, quien entregó al pueblo huichol 223 plumas de esta emblemática especie.
André Georges Foullon Van Lissum, director del Colegio Militar, se comprometió a proteger a las águilas en el refugio del plantel, «única en su tipo en nuestro país para el cuidado, rehabilitación y reproducción de esta y otras aves». Recordó que la primera unidad en México en regresar a su hábitat a un águila real rehabilitada fue en La Yesca, Nayarit, en 2013.
«Qué mejor lugar de resguardo que este plantel, que desde 1823 ha sido nido de los aguiluchos, nombre que se le da a la juventud que se forja en estas aulas», expresó.
Por Milenio