AGENCIA ASICh
La diputada Fabiola Ricci Diestel, quien encabezó una de las planillas que contendieron en las elecciones internas del PAN en Chiapas para renovar el Comité Directivo Estatal de este partido, sostuvo que no reconoce el resultado emitido por la Comisión Organizadora Electoral, ya que el cómputo final carece de certeza y legalidad.
Mediante un pronunciamiento dirigido a la militancia panista chiapaneca, al Comité Ejecutivo Nacional y el Comité Directivo Estatal del PAN, a las dirigencias municipales y a la opinión pública dejó en claro: asumo mi derecho de acudir a las instancias interpartidistas para solicitar la anulación de la elección interna, en virtud de las irregularidades presentadas durante la campaña y la jornada electoral interna.
Así también, dijo: por el respeto y derecho de un grupo importante de militantes del municipio de San Cristóbal de las Casas que no pudieron emitir su opinión y sufragio para darle certeza a un cómputo completo, donde seguramente nos hubiese dado un triunfo inobjetable.
Dio a conocer que en próximos días presentará las impugnaciones correspondientes, señalando los agravios que se tuvieron durante el proceso interno.
Ahora mismo, señala en el manifiesto que durante la campaña interna de casi 30 días, se mantuvo un ambiente de infundios, ataques y descalificaciones hacia su persona y hacia los integrantes de su planilla, con lo cual su contricante Janette Ovando Reazola demostró poca voluntad democrática.
De igual forma, durante la pasada jornada electoral interna, se registraron diversas anomalías, que van desde la compra y coacción del voto, hasta las amenazas físicas y verbales en contra de nuestra militancia por actores externos.
No obstante y aún con todo esto en nuestra contra, la militancia panista decidió ejercer su derecho al democrático y salir a emitir el sufragio.
Confirmó que el pasado domingo 27 aproximadamente a las 15:25 horas, un comando armado irrumpió en las oficinas del Comité Directivo Municipal de PAN, en la ciudad de San Cristóbal de Las Casas sustrayendo con lujo de violencia la urna y evitando así que más de 300 militantes emitieran su voto.
Durante esos hechos violentos, las personas que se encontraban en el lugar fueron encañonadas y amenazadas, entre ellas mi hermana Silvia y mi sobrina Melissa de 6 meses de edad, subrayó.