Bolivia gana el premio García Márquez de cuento
El informador
BOGOTÁ, COLOMBIA (27/NOV/2015).- Bolivia, un país cuya literatura ha pasado tradicionalmente de puntillas por el continente, emergió hoy con la escritora Magela Baudoin, quien ganó la segunda edición del Premio Hispanoamericano de Cuento Gabriel García Márquez y reivindicó a los escritores de su país para sacarlos del olvido.
«(El premio) significa muchas cosas, es muy importante en lo personal y más desde mi país», señaló Baudoin en una rueda de prensa tras recibir el galardón, creado por iniciativa del Ministerio de Cultura y la Biblioteca Nacional de Colombia con el apoyo del nobel colombiano.
La escritora subrayó que en Bolivia hay muy buenos escritores y «se están dando modos de darse a conocer». Entre esos autores, quiso resaltar a Giovanna Rivero como «la escritora más potente y singular en este momento» en su país.
Más allá de Rivero, Baudoin quiso recordar a otros escritores de su país como Rodrigo Hasbún, Maximiliano Barrientos, Gabriel Chávez Casazola, Emma Villazón, Gustavo Cárdenas y otros autores «clásicos» que por la «tradición un poco mediterránea han permanecido ocultos» y que quisiera «que pudieran ser redescubiertos».
Baudoin fue reconocida con el premio García Márquez de cuento por su libro «La composición de la sal», una obra que describe un «complejo universo» con una «elegante coherencia» en su conjunto que en cada uno de sus cuentos «explora un episodio hasta el límite», según el jurado.
Preguntada por ese universo, la escritora boliviana afirmó que a ella le gustan «los espacios pequeños, los espacios fronterizos y marginales» que inspira sus obras.
«Pienso que la gran literatura no está escondida sino puesta en el piso en una esquinera como un detalle y eso es lo que busco: tratar de encontrar esos pequeños detalles que condensen tiempos, espacios, historias, conflictos y sociedades», subrayó.
Asimismo, Baudoin dijo que «la memoria es un lugar muy importante como espacio creativo» y afirmó que suele comenzar su trabajo con una foto en la memoria «y luego, como en el negativo, se va diluyendo la frontera de la realidad y la va mostrando desmesurada».
La escritora también quiso unirse a la reivindicación que hizo nacer el premio al exaltar el cuento, un género que, en su opinión «no le gusta tanto publicar» a las grandes editoriales pero que «está muy sintonizado con las nuevas tecnologías».
«Acudimos al cuento con frecuencia a través de la internet, es muy sintético, tiene mucho que ver con cómo lee la gente hoy y conversa con la tecnología. Me parece que estamos y vamos a asistir a un rejuvenecimiento del cuento», agregó.
«No sabemos en qué momento el cuentista supo que era un género literario», reconoció durante el acto de entrega el presidente del jurado, el escritor argentino-canadiense Alberto Manguel.
En su opinión, «el cuento se diferenció del poema, la novela y el ensayo y surgió como un género literario distinto para que los profesores universitarios tuvieran algo de lo que ocuparse», dijo irónicamente.
Para Manguel, los lectores «intuyen que el cuento no es novela», una diferencia que puede «medirse pero no definirse» por el número de páginas y por una «singularidad de propósito» que los distingue.
«Borges alguna vez dijo que escribía cuentos porque escribir una novela le parecía una exageración. Detrás de la broma se oculta una certeza literaria, la novela expande la narración, el cuento la concentra», concluyó.
Durante el acto de entrega también tomó la palabra el presidente Juan Manuel Santos a través de un video que se proyectó en el Teatro Colón, sede de la ceremonia, en el que dijo que «los cuentistas son también ‘cupidos’ que flechan con sus historias a lectores desprevenidos y los hacen enamorarse de los libros, y de sus personajes» tal y como hacía el hijo de Venus en la mitología clásica.
El Premio Hispanoamericano de Cuento Gabriel García Márquez está dotado con una bolsa de cien mil dólares y fue ganado en su primera edición por el argentino Guillermo Martínez por «Una felicidad repulsiva».