CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- El exgobernador veracruzano Javier Duarte -preso en el Reclusorio Norte-, levantó su huelga de hambre tras 17 días en esa condición, luego que sintió mareos y náuseas y fue trasladado a los servicios médicos.
El diagnóstico: deshidratación, de acuerdo con el periodista Ciro Gómez Leyva, quien aseguró que Duarte de Ochoa se encuentra encamado en espera de estabilizar su presión.
En Radio Fórmula, se informó que el exmandatario presentó baja presión, 50/80, por lo que fue enviado al área de enfermería, en donde le pidieron firmar una responsiva médica por su estado de salud ante un posible shock hipoglucémico.
De ocurrir este shock, la salud de Javier Duarte podría presentar consecuencias irreversibles, ante lo cual, decidió firmar el documento y el médico le recomendó concluir el ayuno.
A media semana, Duarte recibió la visita de familiares y comió sopa de verdura, e ingirió algo de caldo, con lo que recuperó un poco la estabilidad.
Por Proceso