El secretario de Hacienda, José Antonio Meade, confirmó que en 2018 habrá un nuevo recorte al gasto público y no descartó nuevos ajustes al gasto corriente y la burocracia, con el fin de disminuir el déficit fiscal de 2.9 por ciento del producto interno bruto (PIB) a 2.5 y terminar con el programa de consolidación fiscal que se había comprometido.
Eso va a implicar dos tipos de presiones; por un lado, un menor nivel de gasto, no sabemos todavía, será seguramente menor a 0.4 del PIB, pero no lo podemos calcular hasta saber cómo evolucionan los ingresos y cómo se ve el crecimiento, y las presiones que tengamos, por ejemplo, por el crecimiento de las pensiones dentro del paquete (económico), indicó el secretario después de la presentación del Programa de Financiamiento al Crédito Rural.
Puntualizó que el ajuste habrá de ser menor que el que tuvimos que hacer en 2016 para 2017, y en 2015 para el año siguiente, cuando nos fuimos moviendo de déficits de 4.6 para alcanzar 2.5 que habremos de lograr en 2018; todavía no sabemos la exacta composición de cada uno de los espacios en donde podamos realizar ajustes.
En los Pre Criterios 2017 que la dependencia entregó al Congreso de la Unión a finales de marzo, se estimó que para 2018 el gasto programable pagado, incluyendo la inversión de alto impacto económico y social, requerirá un ajuste por 43 mil 800 millones de pesos con respecto al Presupuesto de Egresos de 2017, equivalente a 0.2 por ciento del PIB.
Al preguntarle si habrá más recortes de plazas en la burocracia, Meade respondió que seguramente habrá que hacer un esfuerzo adicional, que si bien en términos absolutos y relativos es menor que el de los dos paquetes previos, de nueva cuenta implicará un esfuerzo de austeridad, de contención del gasto para alcanzar el menor déficit y tener otra vez por segundo año un superávit primario.
Es así que el cinturón seguirá apretado pero, señaló, eso permitirá que México se ubique dentro de los países latinoamericanos que van adelante en su curva en materia de consolidación fiscal y ayudará a tener más certeza en las finanzas públicas, en sustentabilidad y dará una ventaja competitiva en un entorno global que seguramente seguirá siendo volátil y complicado.
Financiamiento al turismo en zonas marginadas
Con respecto al programa de apoyo al turismo rural, el secretario de Hacienda dijo que será por 4 mil 100 millones de pesos, que junto al financiamiento de la banca comercial, se espera una derrama de crédito al turismo de casi 10 mil millones de pesos, en un contexto donde los sectores turístico, agropecuario y financiero son los que están entregando mejores cuentas.
Destacó que uno de cada cinco mexicanos vive en las zonas rurales y que es en éstas donde se concentra la pobreza, por lo que acercar estos programas ofrece oportunidades de negocios para ayudarlos a abatir esta condición, en un entorno donde muchos lugares que tienen atractivos turísticos están en estas zonas.
Por su parte, el secretario de Turismo, Enrique de la Madrid, dijo que se estima que 9 millones de mexicanos son los que se ven beneficiados del turismo y si se logra penetrar en lugares donde hay mucha población indígena y rural, se deberá llegar a un crecimiento en términos de cientos de miles para llegar a más millones de mexicanos. Es así, dijo, que si el turismo representa 8.7 por ciento del PIB, se puede aspirar a que alcance 10 por ciento.
Destacó que el turismo pasa por uno de sus mejores momentos en la historia, gracias al financiamiento que ha permitido hacer frente a una demanda progresiva, con lo que ha alcanzado tasas de crecimiento anual de 9 por ciento, nivel que representa tres veces más el de la economía en su conjunto.
El presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), Marcos Martínez Gavica, indicó que el turismo es relevante para el país, pues brinda empleo a casi 4 millones de personas y es el segundo generador de divisas, al tiempo que permite mostrar lo mejor de la nación a quienes la visitan.
Sostuvo que los bancos en México tienen la capacidad y el compromiso de continuar financiando el desarrollo de todos los sectores productivos; además, el turismo rural es un área de oportunidad, dado que se estima que las necesidades de financiamiento del sector son de alrededor de 280 mil millones de pesos, de los cuales 40 por ciento (110 mil), están relacionados con compañías turísticas rurales.
Por esto, recalcó, se analizarán los caminos para participar en el financiamiento a proyectos turísticos en zonas rurales, así como los integrantes en su cadena de valor; los bancos junto con la banca de desarrollo, buscaremos vías innovadoras para impulsar a los empresarios turísticos rurales y a los sectores que en forma local dependen de ellos, dijo.
Agregó que desde la ABM se reconoce la labor que el gobierno federal ha realizado para lograr una expansión muy significativa del turismo y, en particular, el esfuerzo para alinear la promoción con el financiamiento, permitiendo así un desarrollo integral de una industria tan importante.
La política pública que fiscaliza la industria turística en segmentos como el turismo rural, el ecoturismo o el de aventura, incorpora todas las experiencias del mundo, dotando del dinamismo necesario a cada segmento y permite consolidar el liderazgo mundial como potencia turística, dijo.
Por Grupo Milenio
