La Secretaría de Educación Pública (SEP) ha entregado al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) cuando menos 550 millones de pesos para que promueva y apoye la implementación de la reforma educativa.
En 2013 y 2016, la SEP entregó esa cantidad al sindicato a través de la Dirección General de Presupuesto y Recursos Financieros con dinero proveniente de la partida 15401 de Prestaciones establecidas por condiciones generales de trabajo o contratos colectivos de trabajo.
En respuesta a una solicitud de información que realizó EL UNIVERSAL, la SEP dijo que desde 2013 le ha entregado recursos al sindicato magisterial, considerado el más grande de América Latina, para que promueva la reforma educativa.
En 2013 le dio 200 millones de pesos para impulsar acciones de difusión sobre los beneficios y compromisos de la reforma constitucional educativa.
En 2016 le dio 350 millones de pesos divididos en tres rubros: dos erogaciones de 100 millones de pesos cada una para promover la implementación del programa nacional de apoyo a la reforma educativa. De manera adicional le entregó 150 millones de pesos para impulsar las acciones de comunicación sobre los beneficios y compromisos de la misma, de acuerdo con la información de la solicitud con folio 0001100436916.
La SEP no entregó la respuesta completa a la solicitud que realizó EL UNIVERSAL, puesto que la información que se solicitó demanda conocer los recursos entregados al SNTE, para la promoción de la reforma educativa, correspondiente al periodo 2013-2016 y la dependencia sólo entregó la información relacionada con los años 2013 y 2016.
Fue a partir del encarcelamiento de la ex presidenta del SNTE, Elba Esther Gordillo, en febrero de 2013, que el gremio retomó una postura de apoyo al gobierno federal y a la reforma educativa, así como a la evaluación de desempeño docente a la que se obliga a los maestros.
Un ejemplos recientes, el 8 de febrero de 2017, fue en la ceremonia de asignación de 233 plazas docentes de Educación Básica en la Ciudad de México, a profesores que concursaron para el ingreso a la docencia, Juan Díaz de la Torre, presidente del SNTE, dijo que toca ahora a maestros demostrar que cumplen con la calidad de la educación y que se confirma que el espíritu de la reforma educativa y su contenido no sólo están vigentes sino en marcha.
En su momento, Gordillo Morales señaló que el sindicato estaba a favor de la calidad de la educación y la excelencia.
Dijo: Esta organización no va a permitir que se atropelle el mínimo derecho, o mínimo agravio de los profesores (…) la amenaza ni la coerción para los maestros, en relación a la vinculación de la permanencia de las plazas con la evaluación del desempeño.
Gordillo Morales, enfrentada con el gobierno federal a causa de la reforma educativa, se opuso abiertamente a las evaluaciones de desempeño.
A los maestros no se les amenaza, se les exhorta, se les invita a ser mejores (…) asumo la responsabilidad de decir que no, ese es mi papel, afirmó.
Para el investigador del Colegio de México y especialista en el tema educativo, Manuel Gil Antón, hay un cambio drástico en el SNTE desde la detención de Gordillo Morales, puesto que el gremio se ha convertido en un operador político para llevar a cabo la reforma y en el camino, ha traicionado a los maestros.
La reforma ha contado con un operador político más importante que la SEP, y ha sido el SNTE. En todos los eventos públicos, con Emilio Chuayffet y Aurelio Nuño, el que siempre ha estado a su derecha ha sido Díaz de la Torre. Lo que ha hecho el sindicato en esta reforma ha sido allanarse: Juan Díaz firmaba los cheques de las supuestas irregularidades, dijo.
El SNTE ha sido un colaborador de la reforma, es su papel desde la detención de la profesora. Ella estaba en contra de la reforma y [evaluarse para] la permanencia. El SNTE de Juan Díaz, postElba Esther, pasará a la historia como el sindicato que aceptó, sin meter las manos, el acto ilegal mayor que ha habido en la justicia laboral de México: hacer retroactiva la aplicación de la reforma, que dañaba derechos ya ganados. Es un sindicato que ni siquiera defendió la estabilidad en el empleo.
Por El Universal