Comunicado/Trascender Online Noticias
Las mujeres y hombres que padecen bulimia generalmente saben de su patrón en alimentación y cuando lo consideran anormal pueden experimentar miedo o culpa en los episodios de ingestión excesiva, presentándose con más frecuencia en niñas adolescentes.
Pedro Sánchez Ayala, coordinador de Educación e Investigación en Salud de la Unidad Médica Familiar (UMF) Nº. 11 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), explicó que se desconocen las causas exactas de la bulimia, pero los factores genéticos, psicológicos, traumáticos, familiares, pueden jugar un papel importante para el desarrollo de la misma.
La persona que ya tiene la enfermedad consume excesivamente alimentos ricos en calorías, regularmente en secreto, varias veces al día, realiza ejercicio físico excesivo o exagera el consumo de laxantes como purga para sentir una sensación de alivio.
Entre otros síntomas, se pueden presentar caries dental o infecciones de encías, vasos sanguíneos rotos en los ojos, boca seca, bolsas en las mejillas, salpullidos o granos, cortaduras y callosidades en los dedos por producirse el vómito.
Los tratamientos para este mal dependen de la gravedad y la respuesta con la que evoluciona el paciente, pero sobre todo, muchos deseos de curarse, aunque existe el riesgo de recaer, pero no es para desesperarse.
En caso de complicarse, la bulimia puede provocar posible estreñimiento, deshidratación, desequilibrios electrolíticos, hemorroides, pancreatitis, inflamación de garganta, rupturas del esófago a causa del vómito excesivo.
Recomendó a los padres de familia que al notar este tipo de síntomas en los jóvenes, observarlos detalladamente para que sean los primeros en definir si existe un trastorno alimenticio o, incluso, les cambia la personalidad, ya que se mantienen irritados, cansados o aburridos.
Concluyó Sánchez Ayala que la bulimia es una enfermedad crónica y muchas personas continúan presentando los síntomas, incluso, con tratamiento médico.