CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) se pronunció a favor del empoderamiento de las mujeres y las niñas como vía para promover y proteger sus derechos fundamentales, entre ellos el derecho a recibir el más alto nivel de salud física y mental, incluida la salud sexual y reproductiva.
En ocasión del Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina, que se conmemora este 6 de febrero, el organismo destacó que la educación es el eje fundamental para modificar los patrones de discriminación y violencia hacia la mujer, y en razón de ello llamó a trabajar para erradicar prácticas como el matrimonio infantil.
En un comunicado, el organismo consideró insuficientes los avances que se han dado en nuestro país en materia de igualdad de género, y señaló que tampoco basta con tener buenas leyes, sino que éstas deben cumplirse y hacerse efectivas, para lo cual la educación y capacitación, en especial las dirigidas a los hombres, ocupan lugar preponderante para erradicar las prácticas discriminatorias contra las mujeres.
La mutilación genital femenina (MGF) comprende todos los procedimientos consistentes en alterar o dañar los órganos genitales femeninos por razones que nada tienen que ver con decisiones médicas. Es reconocida internacionalmente como una violación de los derechos humanos de las mujeres y niñas, apuntó.
Dicha práctica, añadió, viola los derechos de las mujeres y niñas a la salud, seguridad, integridad física, a no ser sometidas a torturas y tratos crueles, inhumanos o degradantes, y el derecho a la vida en los casos en que ese procedimiento produce la muerte.
La MGF no aporta beneficio alguno a la salud, sino que perjudica a quienes se les aplica en formas muy variadas, y su realización implica la resección y daño del tejido genital femenino normal y sano, al tiempo que interfiere con la función natural del organismo femenino.
A largo plazo, detalló, esa práctica puede generar infecciones vesicales y urinarias recurrentes, quistes, esterilidad, aumento del riesgo de complicaciones de parto y muertes del recién nacido.
Sostuvo que si bien la MGF se concentra principalmente en 29 países de África y de Oriente Medio, la ablación es un problema universal y se practica también en algunos países de Asia y América Latina. Además, persiste en las poblaciones emigrantes que viven en Europa Occidental, en Norteamérica, Australia y Nueva Zelanda.
Se calcula que el mundo hay 40 millones de mujeres y niñas que sufren las consecuencias de dicha práctica.
Por Proceso