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El sexólogo Juan Carlos Hernández Meijueiro, declaró que las relaciones sexuales permiten al individuo una sensación de felicidad debido a la liberación de endorfinas, por lo que la ausencia prolongada de las mismas puede causar depresión.
Fisiológicamente, señaló el fundador del instituto Oikos, cada vez que se sostiene una relación sexual se liberan hormonas que producen buen ánimo a las personas (endorfinas), por lo que ante la falta de estímulos a su producción se genera depresión.
Aseveró que la falta de actividad sexual puede derivar en una situación depresiva en las personas al ser una representación máxima del placer en la vida, incluso, dijo, puede concluir en un suicidio.
En este sentido, lamentó que a la sociedad se le haya enseñado que buscar el placer es malo, por lo que mencionó que a través de la sexología se promueve la educación del placer, que no sólo implica la elevación de la calidad de las relaciones de pareja, sino que a nivel social puede ayudar, incluso, a prevenir el suicidio.
Aseguró quien no cuenta con otros mecanismos para activar su sistema hormonal, como el ejercicio, la convivencia armónica u otros medios que le permitan desarrollar endorfinas, caerá con mayor facilidad en una depresión endógena (interna) o incluso en adicciones.
Ahí la importancia de dejar de enfocarse educacionalmente a la sexualidad como actividad reproductiva: pues en el caso de las mujeres se cree que al asumir la maternidad se consuma su meta sexual y se limita la ansiedad sexual bajo la premisa del enamoramiento, lo cual cohíbe la consecución del placer fuera de una relación de pareja y por lo tanto, la orilla a ser más proclive a permanecer deprimida.
Por ello, manifestó que es necesario que dentro del marco del empoderamiento para las mujeres se incluya el empoderamiento de la sexualidad.